Nacho vive en Zaragoza y su pasión es el baloncesto. Entrena al baloncesto, juega al baloncesto, sigue el baloncesto… y es el voluntario número 1 de los Mundiales U17 de Zaragoza y Utebo. Su madre, Alicia, explica que “cuando nos enteramos de que se iba a organizar un Mundial aquí, Nacho sólo me decía que quería estar”.

Y por supuesto que está. Ayuda en la pista de entrenamiento, reparte estadísticas a la prensa acreditada, acompaña a las personalidades a la zona vip,… “él está dispuesto a hacer cosas, a sentirse útil, a ayudar a lo que sea” afirma su madre que confiesa que “esa sensación de hacer cosas útiles le viene fenomenal. Desde que se levanta hasta que se acuesta está pensando en los Mundiales U17. No quiere ir a su colegio, quiere venir al Pabellón porque tiene que colocar las botellas de agua para los jugadores, o repartir las estadísticas”.

Su madre cuenta que todos se están portando estupendamente con él. Después de varios días ya le conocen los miembros de la organización y los jugadores. “Su gran ilusión es cuando llega un equipo y todos pasan a su lado chocándole la mano. Se siente importante”.

Aficionado del CAI es un gran conocedor del baloncesto. Su hermano pequeño es su entrenador. Su madre participa en el Programa+QBasket Salud para la práctica de baloncesto para mayores de 50 años. Su pronóstico para la final es “España y USA” y su gran ídolo es Carlos Alocén, el joven base del CAI Zaragoza y de la Selección U17. Su madre bromea afirmando que “Nacho también juega muy bien al baloncesto. En este Mundial ha hecho de todo y creo que sólo le queda que el seleccionador español le convoque para algún partido.”

150 voluntarios: pasión, compromiso y amor al baloncesto

Nacho es el voluntario número 1, pero son muchos más. Están participando 145 voluntarios, dentro de un programa conjunto de FEB y CaixaBank que cuenta con una plataforma web dinámica e interactiva  que incluye la oportunidad de recibir informaciones vinculadas al deporte y al voluntariado, así como la posibilidad de participar en foros interactivos, colaborar en eventos deportivos, concursar y obtener interesantes premios,…

Son la cara amable del Mundial, la primera persona con la que se encuentra el jugador, los entrenadores o los aficionados. La gran mayoría llega desde Zaragoza y Utebo, pero hay voluntarios que vienen de Gijón o Bilbao, durmiendo en casas de familiares o amigos, y que dedican su tiempo de vacaciones a ser parte de un evento como estos Mundiales U17. Todo por su apasionado su amor al baloncesto.