La igualdad del Grupo D es tal que Brasil, que podía ser primera de grupo con una victoria de un solo punto, ha terminado en cuarta posición. No ha habido partidos fáciles pero España ha demostrado ser competitiva, jugar bien los partidos igualados y controlar los encuentros tanto adelante como atrás. Con Brasil se ha dominado el choque desde el tercer cuarto, luchando punto a punto, jugada a jugada. Pero sin la posibilidad de relajarse unos minutos.

Mostrando las credenciales (21-22)
El primer cuarto brindó diez minutos de muy buen baloncesto. Primero España desarboló a su rival con tiro exterior y juego de equipo, moviendo bien el balón en ataque. Alba Prieto anotó dos triples y el marcador se fue a un 12-5. Pero Brasil demostró que es un gran equipo, capaz de ganar a Estados Unidos en el Torneo de las Américas, con talento por fuera y físico por dentro. Llegó el momento Isadora Sousa, una base de calidad que repartió varias asistencias y anotó 4 puntos consecutivos para igualar el marcador.

Trabajando punto a punto (38-33)
Las rotaciones y la intensidad defensiva ralentizaron el ritmo con el que subían las canastas. España intentó una zona 2-3 para asegurar el rebote y poder salir rápido al contraataque. Sofía Galerón aprovechó los espacios y su inteligencia en el juego sin balón para anotar 8 puntos en este cuarto en el que Silvia Serrat cogió el relevo de Prieto. Brasil bajaba su intensidad física y ese grupo de trabajadoras que es la U17 Femenina fue arañando, punto a punto, para llegar al descanso con un pequeña pero motivante ventaja.

Utebo, el sexto hombre al apoyo (55-44)
Buen ambiente en Utebo, con casi mil personas en las gradas, que apoyaron y ayudaron a las chicas de Víctor Lapeña en los momentos difíciles. España seguía apretando atrás, con una Lola Pendande aportando minutos y lucha cuerpo a cuerpo con las pívots rivales. Y adelante, el peligro podía llegar de Aina Ayuso, de Lucía Rodríguez o de una Sofía Galerón siempre solvente.

Victoria y el premio del primer puesto (70-58)
Brasil puso todas sus armas (que no son pocas) en pista, porque una derrota podía ser catastrófica para su clasificación final. Isabella Nicoletti tiró de galones y estrechó el marcador hasta un peligroso 58-51 (min 35). Víctor Lapeña pidió tiempo muerto, tranquilizó a sus chicas, y el juego volvió a ser dominado por Paloma González, que marcaba el ‘tempo’. El partido se acababa y España controlaba el partido con inteligencia, matándolo desde la línea de tiros libres. Victoria importante por la confianza que otorga y porque la teoría afirma que el rival de octavos debería ser menos potente.