Primera lección de carácter y competitividad de una generación que a falta de una gran estrella va a competir con un grupo solidario e intenso. El día de debut ha solventado un momento delicado para remontar nueve puntos de desventaja y certificar la primera victoria en el Mundial de Zaragoza y Utebo. La defensa, una Sofía Galerón solvente y una Lucía Rodríguez inspirada en los minutos finales han sido algunas de las claves del triunfo.

Minutos de nervios, tensión y carácter (12-14)

Han jugado algún Europeo, muchos partidos de preparación internacionales,… pero el ‘gusanillo’ de debutar en un Mundial es algo diferente. Las de Víctor Lapeña salieron a pista con más carácter que acierto y enfrente tuvieron una Ana Ramos que comenzó con acierto y desparpajo. España sólo conseguía anotar desde la pintura, con mucho esfuerzo y gracias a Sofía Galerón y Lucía Rodríguez. Nervios, tensión en un primer cuarto de toma de contacto para los dos equipos.

Acción-Reacción de las de Víctor Lapeña (28-27)

Decía el seleccionador en una entrevista que este equipo no podía permitirse el lujo de no luchar en cada balón de partido. Y los primeros minutos de este segundo cuarto fueron de Ana Ramos, que aprovechó un bajón defensivo para acribillar el aro español. Sólo un triple de Natalia Rodríguez impidió un parcial más duro. Pero como toda acción tiene su reacción, España pasó del preocupante 17-26 a un 26-26 gracias a unos cambios defensivos, más solidaridad y algunos robos de balón. Una reacción después de tiempo muerto que volvió a dejar el partido en tablas

El aro se hace pequeño a los dos equipos (41-39)

El primer ‘set ball’ estaba salvado. Ahora era el momento de colocarse delante y certificar la victoria. Pero Portugal demostró ser un equipo de talento físico, de compromiso y con jugadoras de alto nivel. Su defensa también subió un peldaño la intensidad y el encuentro viajaba por una sucesión de ataques con criterio pero que no llegaban a terminar en canastas. Las defensas se imponían, los dos equipos luchaban cada rebote como si fuera el último, y el marcador impedía ventajas mayores de 4 puntos. El derbi ibérico esperaba a los últimos minutos para decidir su ganador

Lucía Rodríguez certifica la victoria desde los 6,75 (59-51)

Tienen 16 años y enfrentarse a un marcador igualado en el debut de un Mundial no es algo baladí. Es el momento de las jugadoras con carácter y competitividad. Ana Ramos comenzó el partido de forma majestuosa, acusó el desgaste físico y la defensa española en el segundo y tercer cuarto y cogió la responsabilidad para ser el referente en los minutos finales. El marcador señalaba un 47-45 a falta de 2:20 y allí salió todo el talento y carácter de España. Canasta importante de Sofía Galerón, tiros libres acertados de Aina Ayuso, otra canasta vital de Ainhoa Lacorzana, y dos triples consecutivos de Lucía Rodríguez, que había fallado los cuatro que había intentado hasta ese momento.  Gran final y primera victoria que elimina los nervios y deja a España liderando el grupo.