CARMELO GUTIÉRREZ / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Sergi Martínez por Ignacio Rosa y la vuelta de Maxim Esteban por Víctor Moreno eran las dos novedades del cinco inicial de Luis Guil con respecto al choque de cuartos. El ala-pívot comenzaba ‘on-fire’ el partido, con seis puntos en poco más de tres minutos (8-6). El partido discurría igualado, con constantes alternancias en el liderato. Tras el empate a 16 a poco más de noventa segundos para el final, España aceleraba: otros cinco puntos de Sergi Martínez y un triple de Rosa casi sobre la bocina mandaban a los de Luis Guil con 24-17 al segundo periodo.

El intervalo no frenaba el buen momento de la U18M, que tiraba de acierto de sus interiores para irse por encima de la decena (31-19). Con Rosa en su mejor momento de cara al aro, España amenazaba con romper el encuentro (36-21). Tras un triple de Ballespín, los de Luis Guil llegaban a vencer por 16 tantos. Momento crítico para Rusia, sobre todo tras el dramático final de cuartos ante Lituania, que los bálticos lograban ‘neutralizar’ camino de los vestuarios, con España, eso sí, por encima de la decena (44-33).

La entrada en la segunda mitad iba a ser muy importante para ambos contendientes. Rusia para intentar apretar el marcador y España para evitarlo a toda costa. Y esto segundo era lo que ocurría, con Sergi Martínez nuevamente adquiriendo protagonismo (49-36). La U18M se manejaba a la perfección por encima de la decena hasta que un par de triples rusos ponían algo de emoción al marcador (51-44). Los de Luis Guil superaron esta situación a base de una impecable defensa, dejando a su rival en blanco durante los tres últimos minutos de periodo (53-44).

Volvían los rusos a la carga en el comienzo del acto final (53-46) y volvía España a usar sus mismas armas para regresar a su colchón de seguridad (58-46 tras un triple de Ballespín). Y con otro acierto exterior de Font y una magnífica actividad defensiva, la U18M dejaba prácticamente sentenciado el encuentro a poco menos de cuatro minutos para el final (64-50). Rusia seguía intentándolo y contaba con varias oportunidades para bajar de los diez tantos en contra, pero no las aprovechó, disfrutando España de un ‘cómodo’ final de encuentro.