366 HISTORIAS - 16 NOVIEMBRE
La NBA descubre a Navarro (2007)
11/16/2016 - 8:56 AM
Triunfador absoluto en la órbita FIBA desde su época júnior, Juan Carlos Navarro (Sant Feliu de Llobregat, Barcelona, 13/VI/1980) quiso probarse a sí mismo, más que al resto del mundo, que pese a no gozar de la ventaja de la estatura de su gran amigo Pau Gasol sí disponía de otras cualidades baloncestísticas en la medida suficiente para ser, como él, un jugador importante en la NBA.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Para probar le bastaba un año. Y un año estuvo en Memphis Grizzlies, la temporada 2007-08. Jugó los 82 partidos, 30 de ellos como titular. Promedió 10,9 puntos, 2,6 rebotes y 2,2 asistencias, con un 45,5% en tiros de dos, 36,1% en triples y 84,9% en tiros libres. Sus 156 triples son la segunda mejor marca de la historia para un debutante, a solo dos del récord de Kerry Kittles. Después volvió al Barcelona. A casa y a ganar mucho más dinero que en América.
Los estadounidenses que no habían seguido los JJ.OO. del año anterior, en los que la selección española había perdido la final ante la de su país, se enteraron de quién era Juan Carlos Navarro el 16 de noviembre del 2007. Era sólo su octavo partido en la NBA y se salió en Nueva Orleans, anotando 28 puntos (el máximo de su equipo, por 20 de Pau Gasol y Rudy Gay) en 33 minutos con una excepcional serie de triples: ocho (que igualaban el tope de un debutante, compartiéndolo con Jason Kidd y Chris Duhon) en sólo nueve intentos.
Navarro había saltado a la pista cuando quedaban únicamente 5 segundos del primer cuarto y los Grizzlies perdían por 32-20. Su entrenador, Mike Iavaroni, buscaba una canasta rápida y él la consiguió: un triple a 1 segundo del final. Pero lo mejor vino después. En la primera jugada del segundo cuarto, su segundo triple. Y luego tres más. Y dos canastas de dos: ¡16 puntos en el segundo período! En el último, dos nuevos triples, y con 19 segundos en el crono el entrenador que vuelve a recurrir a él (cambio por Pau) como medida desesperada, porque su equipo está perdiendo por 109-105. Tampoco esta vez falla. Anota su octavo triple, Gay suma otros dos y el empate a 114 lleva a la prórroga, en la que Navarro falla su único tiro, de dos; los Grizzlies anotan solamente 4 puntos y los Hornets acaban ganando por 120-118. Pero él ya ha dejado su sello de tirador excepcional.
"Estoy contento por mi partido, por cómo me he sentido, pero si perdemos eso no sirve para nada", dice luego Navarro. Y explica que "hoy el aro era muy grande para mí; otras veces es muy pequeño". Las menos, ciertamente.