Tras llegar a Palencia a última hora del jueves, la plantilla del Melilla Baloncesto ha puesto en marcha su habitual planning pre-partido dando continuidad a una semana en la que no han variado ni un ápice su rutina habitual de cara a una final de Copa Princesa que podría reforzar su liderato como rey de copas en caso de sumar su cuarto título.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Semana de trabajo habitual para un Melilla Baloncesto que regresa a una final de Copa Princesa seis años después sin haber variado ni un ápice el día a día de un grupo que ha hecho de la rutina su mejor aliada posible para poder crecer en la competición.
Llegar y descansar para poder soñar:
Tras su última victoria en la pista del Palma Air Europa en la tarde del pasado sábado, el Melilla Baloncesto se ha mantenido fiel a su plan de trabajo habitual durante una semana en la que los hombres de Alejandro Alcoba realizaron su última sesión de entrenamiento en su propia pista durante la mañana del jueves.
Un entrenamiento con el que pulir detalles y prestar atención a un encuentro para el que viajaron en la tarde del viernes tomando un vuelo a las 17:30 h. en la Ciudad Autónoma de Melilla para llegar a la capital de España dos horas después. Acto seguido, el plantel se subió al autobús para recorrer los últimos 260 km de viaje antes de instalar su base de operaciones en el Hotel Rey Sancho de la capital palentina en torno a las 23:30 h. Tras la cena, los jugadores melillenses se instalaron en sus habitaciones poniendo el punto y final al día previo a la final.
Ya en la mañana del viernes el conjunto melillense ha realizado su primera toma de contacto con la pista del Pabellón Marta Domínguez con su habitual sesión de tiro pre-partido con la que iniciar el habitual planning para los encuentros fuera de casa. Antes de la comida sesión de video y repaso al encuentro de la mano de Alejandro Alcoba como último vistazo a un partido para el que pondrán rumbo desde el hotel de concentración sobre las 19:15 h.
Sin celebraciones en el planning:
Conscientes de la dificultad que entraña el encuentro en la expedición del Melilla Baloncesto no se ha preparado ningún tipo de posible celebración en caso de triunfo. La única realidad para el conjunto melillense será su regreso a los entrenamientos en la mañana del martes tras los tres días de descanso con los que el cuerpo técnico premiará a su plantilla por el esfuerzo lo que provocará un regreso escalonado del equipo a la Ciudad Autónoma.