No son pocas las ocasiones en las que Marc Blanch ha puesto sus servicios a la disposición de sus equipos para la disputa de una Copa Princesa pero sólo en una ocasión ha podido levantar un título por el que luchará de nuevo en la noche del próximo sábado. Pieza clave en los esquemas de su equipo, el exterior catalán es todo un seguro de vida de cara a los momentos más calientes del partido.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Llegó a Palencia como uno de los hombres de referencia para el nuevo proyecto colegial y Marc Blanch no ha defraudado en ni uno sólo de los 459 minutos disputados durante la presente campaña. Con un excelso rendimiento, el exterior catalán tratará de prolongar su buen momento de cara a una final de Copa Princesa de Asturias en la que podría lograr su segundo título tras el conquistado en 2014 con el MoraBanc Andorra.
Un jugoso objetivo que motiva sobremanera a uno de los hombres más determinantes de la plantilla palentina cuyas palabras son la voz de un vestuario comprometido con el gran objetivo en juego: “Jugar una final de Copa Princesa de Asturias siempre es un bonito reto ya que te da la opción de poder hacerte con el primer título del año tras haber logrado ya anteriormente un premio a tu trabajo con la clasificación durante una primera vuelta de la que estamos realmente satisfechos. Este es un título que siempre me ha motivado mucho y pese a que pude ganarlo ya en Andorra los deseos de victoria son muy grandes porque no me olvido de aquellas dos primeras finales que perdí”.
Para ello, su equipo deberá salir triunfante de un encuentro que han preparado a conciencia durante los últimos días siendo sabedores de lo que se pondrá en juego durante la noche del próximo viernes: “Está siendo una buena semana de trabajo en la que el ambiente está siendo realmente bueno y en la que no estamos notando mucho las diferencias respecto a cualquier otra semana de competición. No hay una euforia excesiva en el vestuario pero si ganas de que llegue cuando antes la noche del viernes porque sabemos que en esta ocasión el premio es muy diferente ya que hay un título en juego. Esto hace que lleguemos a la final especialmente motivados ya no sólo por lo que la victoria supondría para cada uno de nosotros sino también por lo que podría significar para el club”.
Un duelo en el que la veteranía de uno y otro equipo garantizará el espectáculo y en el que los palentinos tienen más que claro cómo deberán afrontar los 40 minutos de partido: “Nosotros tenemos enemos un equipo que destaca por su veteranía así como por la experiencia de un buen número de jugadores en este tipo de partidos pero Melilla tampoco va falto de esto… Son un grupo con muchísima calidad y vamos a intentar aprovechar tanto el ambiente del Marta Domínguez como nuestra motivación de cara a esta final para tratar de maximizar sus errores ya que esa puede ser una de las claves para tratar de romper un partido que esperamos muy igualado. Creo que puede ser una noche con una mayor anotación que el partido de Liga siendo un partido muy diferente en el que debemos imponer nuestro ritmo para no tener un excesivo número de errores”.
Sólo de este modo podrán imponerse en un encuentro en el que el papel de su afición podría ser fundamental pese a la gran igualdad reinante entre uno y otro equipo: “El factor ambiental influye pero en esta ocasión no creo que sea tan determinante ya que todos estamos de acuerdo en que esta va a ser una de las finales más igualadas de los últimos años por la calidad de ambas plantillas. Si podemos tirar de ese impulso que puede darnos el ser equipo local y ayudarnos de ellos será fantástico pero va a ser muy complicado… Aunque si de algo estoy seguro es de que nuestra afición no va a fallar y lo va a dar todo desde las gradas para que podamos aprovechar su empuje al máximo”.