Los helenos son uno de los tres equipos que aún permanecen invictos en el EuroBasket 2015. Equipo muy completo, sobrado de poderío físico y altura, pero dependiente a la hora de la verdad de Spanoulis. Tienen una de las mejores plantillas de su historia.
FRANCISCO RABADÁN / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Son, sin lugar a dudas, los cuartos de final de mayor nivel de toda la competición. Dos gallos, dos favoritos al título, dos superpotencias, una rivalidad extendida en décadas, se miden hoy en el Stade Pierre Mauroy. El premio de entrar en unas semifinales puede parecer pequeño para dos equipos que tradicionalmente han estado en la lista de candidatos a la victoria ininterrumpidamente en la última década. España siempre ha alcanzado las semifinales desde 1999, mientras que Grecia lo ha hecho en tres de las últimas cinco ocasiones.
Nuestro rival trae, sobre el papel, el mejor equipo de su historia. Nunca antes habían contado con cuatro jugadores de la NBA en sus filas –Antetokoumpo, Koufos, Calathes y Papanikolaou- ni con otros tantos que este año estuvieron en la Final Four –Spanoulis, Printezis, Mantzaris y Bourousis- mostrando así un temible músculo, puesto que son el equipo con mayor profundidad de banquillo de todo el campeonato. Spanoulis es el único que ligeramente supera los 25 minutos por partido.
Otro factor que llama poderosamente la atención es su hiperpoblación de aleros altos encabezada por Antetokoumpo –un portento físico- junto a Papanikolaou, Kaimakoglou y Perperoglou. Todos ellos prometen poner a prueba la recuperación de la espalda de Rudy Fernández para este transcendental choque.
El mallorquín, junto a Pau Gasol y Pau Ribas, habían sido dudas para la guerra que se espera esta tarde en Lille con 26.000 franceses en contra –su equipo juega después de este encuentro- y 500 helenos en las gradas.
España sueña con continuar su camino hacia las medallas compitiendo en una nueva final. La fortaleza de los nuestros reside en esa capacidad para saber pasar malos momentos y acabar imponiéndose en el partido. Grecia aún no ha tenido ningún momento de duda en todo el campeonato y éstos suelen aparecer en partidos como éste.