Nueva columna de opinión del presidente FEB, José Luis Sáez.
El verano 2015 de las Selecciones Femeninas –con cuatro medallas en seis campeonatos, dos de ellas de oro- ha acabado con la pequeña decepción de no haber podido subir al podio europeo U16, algo que sin duda merecían estas chicas por su espíritu y nivel de competitividad. Pero el peso de la derrota en semifinales frente a las anfitrionas se ha revelado excesivo en la lucha por el bronce, a pesar de lo cual el equipo ha demostrado su carácter no dando nada por perdido hasta el final. Ser cuartos tampoco está al alcance de todos, y tanto los técnicos como las propias jugadoras deben sentirse orgullosos del trabajo realizado. Y pensar que el futuro les va a brindar, con toda seguridad, muchas oportunidades más de celebrar el éxito que esta vez se les ha escapado por poco.
El baloncesto tiene sus circunstancias, y esta pequeña decepción es una de ellas. Pero la trayectoria de nuestro baloncesto femenino en la última década está, y sin duda seguirá estando, muy por encima de éxitos coyunturales. El balance desde el verano de 2004 es brillante en resultados, pero sobre todo en lo que ha sido un cambio de mentalidad: en la FEB nos propusimos en su día dar al baloncesto femenino el lugar que le corresponde, no el de sucedáneo del masculino, y es un objetivo que hemos ido consiguiendo poco a poco y entre todos.
Hoy, tras la bandera y ejemplo de la Absoluta, nuestras selecciones de chicas tienen una personalidad propia, una marca común, reconocida, apreciada y valorada. Y enganchan. Los datos de audiencia televisiva que han registrado este verano –incluidas las selecciones de formación- eran impensables años atrás y refuerzan más si cabe nuestra apuesta por la difusión de sus valores a través de una plataforma como Teledeporte.
Por todo ello debemos sentirnos orgullosos, de los resultados y del trabajo conjunto que se desarrolla desde la base hasta la elite entre clubes, federaciones autonómicas, entrenadores y formadores.
El futuro de nuestras chicas tiene un potencial enorme, y queremos seguir invirtiendo en él, con esfuerzo, dedicación y compromiso, lo que ahora podemos hacer de forma especial bajo el paraguas de un Universo Mujer abierto absolutamente a todos.
Y unas últimas líneas para remarcar que la alegría de este fin de semana ha llegado de nuevo desde el 3x3, el formato que está revolucionando el baloncesto y en el que nuestros equipos están ya entre los más fuertes de cada campeonato. La de esta semana ha sido la medalla de bronce en el Europeo U18, con el suspense añadido de una prórroga resuelta a favor con un triple.
Enhorabuena a todos.