PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Llegaron a Cambados con el objetivo prioritario de mostrarse como un gran equipo y no defraudaron lo más mínimo los jugadores de un FC Barcelona que regresará a casa con la medalla de bronce colgada del cuello.
A la conclusión del encuentro, su técnico Rubén Muñoz, hizo balance de lo vivido sobre la pista de O Pombal donde su equipo se mostró como uno de los conjuntos más en forma: “Estamos contentos y orgullosos por haber podido ponerle este broche tanto al campeonato como a la temporada. Al final lo que tenemos que valorar es el global y es ahí donde destacamos el trabajo del equipo realizando un buen Campeonato en el que hemos perdido únicamente ayer por cinco puntos ante el principal favorito, un Real Madrid frente al que dimos la cara”.
Para Muñoz la clave que permitió a su equipo hacerse con el último triunfo estuvo en el factor psicológico que permitió al FC Barcelona recomponerse tras las semifinales: “Hay que destacar el cambio de chip del equipo en apenas 12 horas para sobreponerse anímicamente tras un encuentro en el que acabaron muy tocados por la derrota. Hoy han hecho un gran esfuerzo demostrando que son un gran equipo, un grupo unido en el que no hay un líder claro y en el que siempre hemos fomentado que todos participaran. Aquí cumplimos con esa filosofía de club por la que cada jugador aporta su granito de arena en favor del equipo”.
Un campeonato en el que su técnico afirma haber cumplido con los objetivos fijados a comienzos de temporada y que han permitido al FCB mostrarse como un auténtico equipo: “El objetivo era llegar aquí en el mejor momento posible y creo que así ha sido. A todos nos hubiera hecho ilusión ganar el campeonato pero, como digo, el objetivo no era otro que no fuera el poder llegar en un momento en el que nuestros 12 jugadores fueran capaces de aportar lo mejor de cada uno de ellos ante una generación del 2001 en la que hay grandes jugadores y magníficos equipos”.