La Federación Española de Baloncesto tiene la característica de transmitir y ser una empresa de valores ilusión, pasión, lucha, alegría o compromiso... “4 visiones del cáncer de mama” ha sido un ejemplo de positivismo, lucha o superación.



“La mente tiene que ir con el cuerpo. Es fundamental tener la mente preparada para guerrear y superar la enfermedad” con estas palabras introducía la Psicóloga Helena Díaz su intervención. En pie, con gran tono de voz y un espíritu alegre, llenó la sala de mensajes positivos arrancando sonrisas e ilusión en los oyentes. “Habrá momentos duros y el proceso es complicado. Daros el permiso de expresar emociones y sentimientos” hablando de la importancia de cuidar el entorno familiar y social.

Un claro ejemplo del apoyo familiar lo encontramos en Elisa Aguilar, embajadora FEB cuya madre superó la enfermedad. “Enterarme de que mi madre tenía cáncer de mama fue un golpe duro pero desde el primer momento supe que tenía que estar a su lado”. Aguilar lanzó un mensaje de fuerza a todos los enfermos y familiares presentes en la sala. Universo Mujer, proyecto en el que se enmarca esta actividad, estuvo ha estado muy presente durante toda la jornada y Elisa Aguilar quiso compartir los objetivos de este gran proyecto deportivo y social.

El deporte y el baloncesto formaban parte de la vida diaria de Laura Grande. La enfermedad apareció en su vida pero ella sabía que esta no podía cambiar “Creía y quería ponerme bien. En mi cabeza siempre tuve un mensaje positivo y no estaba dispuesta a que esta enfermedad cambiara mi vida”  En esta carrera de fondo aparecen muchas barreras pero con el esfuerzo personal y la ayuda de la gente que está a nuestro lado la meta aparecerá antes.

Quizás el momento más importante de la tarde llegó en forma de una cuarta visión del cáncer, el presente. Tras las exposiciones de los miembros de la mesa y superando los nervios iniciales, familiares y diagnosticados finalizaron la charla con una fantástica terapia de grupo donde juntos se apoyaron en estos momentos difíciles.

Los nervios iniciales se convirtieron finalmente en aplausos y lágrimas emocionadas que demostraron que esa tarde todos y todas habían dado un paso de gigante en su lucha. La superación estaba más cerca y juntos lo iban a superar.