MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Cada una de las selecciones españolas, masculinas y femenina, seniors o de formación, disponen de un equipo Biomédico que analiza hasta el último detalle de los talentos que forman parte de los diferentes equipos nacionales en un trabajo perfectamente coordinado con sus clubes. Durante la concentración en Zaragoza, a muchos meses vista todavía del reto del Mundial U17 Femenino, España afrontará retos en la pista como serán el doble enfrentamiento ante una selección que reúne a una generación altamente competitiva tal como quedó demostrado en el último Europeo.
Durante esos partidos y sentados al final del banquillo observaremos a unos componentes de los equipos técnicos que suelen pasar desapercibidos pero que se convierten en fundamentales para entender los éxitos de las selecciones. Ellos y ellas son el Equipo Biomédico, en el caso de la actual concentración de la U17 F formado por la figura experta del doctor
Carlos Moreno, por el conocimiento y pasión ofrecida por la preparadora Física
Bárbara Llull, coordiandora de la parte “física” del Área Femenina y por la entrega y capacidad para atender y para escuchar de la fisio
Pilar Crespo. Diagnóstico, prevención y recuperación – bajo la coordianción de
Pilar Doñoro en el área “médica” - integrándose en la preparación técnico-táctica.
"No se dejará nada al azar. Se hará un importante control de todos los factores de rendimiento vinculados a la salud. El grupo está mentalizado a asumir todos los requerimientos para que el entrenamiento invisible optimice su preparación" (Carlos Moreno)
Ponemos como ejemplo ésta selección U17 Femenina pero el trabajo de un Área Biomédica se convierte en fundamental en todas las selecciones y durante los doce meses del año en un seguimiento continuo y que cada temporada da un paso más en la investigación sobre la prevención y sobre ese entrenamiento invisible – biológico – imprescindible para todo aquel joven que quiera enfocar su vida hacia el alto rendimiento deportivo.
Carlos Moreno afirma:
"No se dejará nada al azar. Se hará un importante control de todos los factores de rendimiento vinculados a la salud. El grupo está mentalizado a asumir todos los requerimientos para que el entrenamiento invisible optimice su preparación. Serán capaces de controlar los incidentes lesionales que se presenten".
Barbara Llull conecta desde el trabajo físico con cada una de ellas y, fundamental, con sus preparadores físicos en los respectivos clubes.
“Las ganas de trabajar de este grupo las hará mejores. Tendrán a su disposición al equipo Biomédico de la FEB para atender cualquier necesidad. Vamos a trabajar para que al inicio del Mundial expresen todo su potencial físico”. Pilar Crespo, en ese especial papel que tienen siempre los fisios y que muchas veces traspasa los aspectos físicos para entrar en los refuerzos psicológicos, califica esta generación como
“jugadoras muy disciplinadas en los diferentes aspectos propuestos de mejora individual y protocolos de prevención. Es un grupo que ha sabido sobreponerse a lesiones importantes y volver a mostrar un alto nivel competitivo. Los autocuidados y las medidas de prevención deben ser parte de su trabajo diario para llegar en óptimas condiciones".
Y en este ambiente de profesionalidad e implicación tanto de las propias protagonistas como de sus “cuidadores” la selección afronta los partidos amistosos frente a Portugal, buenas oportunidades para valorar el actual estado de las jugadoras, su mejora, su crecimiento personal y deportivo para, desde el trabajo y la ilusión seguir dando pasos adelante hacia el “sueño” del Mundial.