PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Hablar del Quesos Cerrato Palencia supone hacerlo de un Urko Otegui cuyo feeling con la afición local hace de él el auténtico abanderado de un proyecto con el que quiere seguir engordando su extenso palmarés personal.

El capitán del vestuario palentino no esconde la ilusión del grupo por una final que afrontan con cautela pero con el deseo de poder salir triunfantes tras un año mágico: “El haber podido estar en tres finales en menos de un año es el mejor síntoma de que en Palencia estamos haciendo las cosas muy bien pero somos profesionales y a todos nos gusta ganar así que, después de las dos perdidas en 2014 tenemos una ilusión especial por poder hacernos con este título en el partido más importante en la historia del club”.

Experto en ascensos con un total de cuatro promociones, la final de la Copa Príncipe supone todo un reto personal para un Urko Otegui que sabe muy bien lo que es hacerse con un título -León 2007- que, sin embargo, se le ha resistido en sus tres últimas finales: “Esta será mi quinta final y por ahora sólo he podido ganar un título así que quiero resarcirme en un encuentro que supone una gran oportunidad por poder jugar en casa y con el aliento de nuestro público. Estoy contento por los cuatro ascensos logrados en mi carrera pero tengo una espinita clavada con un título en el que me gustaría ampliar mi palmarés personal”.

Acostumbrado a jugar finales, el interior de origen vasco sabe muy bien qué actitud deberá adoptar el vestuario para poder afrontar con garantías una final en la que sus consejos volverán a ser de lo más valiosos para el roster palentino: “No hay mayor secreto que el poder ser nosotros mismos. El equipo tiene una fuerte personalidad muy bien asimilada por el vestuario lo que nos ha llevado hasta este encuentro por eso el principal consejo no será otro que el dejar a un lado el concepto final tratando de mantener nuestra esencia del día a día para poder optar al triunfo”.

Un triunfo que supondría el mejor reconocimiento posible al trabajo de su club durante una década plagada de éxitos y en la que el “paso a paso” se ha convertido en la clave de su exitosa filosofía: “Los dos equipos nos merecemos jugar esta final pero si por algo merecemos ganarla nosotros es por la trayectoria del club durante los últimos años donde se están haciendo muy bien las cosas para ir cumpliendo objetivos pasando de la permanencia a jugar las finales de la competición por lo que ya es hora de que nos toque una alegría y un reconocimiento a modo de título con todo nuestro respeto hacia el rival”.

Y todo ello en una final en la que el producto nacional volverá a brillar con fuerza liderando a dos plantillas plagadas de talento made in Spain: “Tanto Breogán como Palencia basamos nuestro juego en el peso de los jugadores nacionales lo que garantiza un plus al juego en los momentos más calientes del partido en los que hay que asumir responsabilidades. Ambos equipos contamos con jugadores españoles de contrastada calidad y conocedores de la liga que harán de esta final un encuentro especial en el que tendremos la oportunidad de reivindicar el papel del jugador español como referente dentro de las competiciones”.

Un título con el que seguir soñando y con el que agasajar a una afición entregada a su equipo: “El año pasado nos quedó el mal sabor de boca de no poder premiar con el triunfo a los más de 200 aficionados que viajaron con nosotros a Andorra y a todos aquellos que nos siguieron desde Palencia así que este año hemos trabajado duro para poder jugarla en casa y que, entre todos, podamos luchar por un título. Jugar en casa siempre es especial y te permite la posibilidad de poder celebrarlo con tu gente en caso de hacerte con el triunfo”.