El de Sant Boi participará en su quinto All Star Game de la NBA tras volver a su máximo nivel con los Chicago Bulls. A sus 34 años, ha ganado la NBA en dos ocasiones, el Mundial FIBA, dos EuroBaskets, dos platas olímpicas, una liga Endesa y una Copa del Rey para un total de ocho medallas con la Selección. “Me gustaría jugar con España hasta los cincuenta. Me encanta competir con este equipo y estoy muy orgulloso de formar parte de él”.
FRANCISCO RABADÁN / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Hablar de Pau Gasol conlleva hablar del jugador más grande de la historia del baloncesto español. Por logros, por estadísticas y por pionero, el mayor de la saga de los Gasol ha puesto el listón a un nivel casi imposible para cualquiera. Su carrera personifica la evolución del baloncesto español hasta la élite mundial gracias a logros que hace dos décadas parecían imposibles.
La explosión de Gasol en estrella se produjo en 2001. Ese mismo año, ganó la Copa del Rey, la Liga Endesa, fue drafteado por la NBA y fue convocado por primera vez con la Selección Española de Baloncesto logrando el bronce en el EuroBasket de Turquía siendo el máximo reboteador en su debut.
La carrera de Pau siguió en ascensión como un sputnik. Fue novato del año en la NBA y en el verano de 2002 capitaneó el triunfo de España sobre Estados Unidos para acabar quintos del Mundial FIBA. Al año siguiente, su progresión se certificó en el EuroBasket de Suecia cuando los nuestros ascendieron al segundo puesto continental con el de Sant Boi en el quinteto ideal del campeonato.
Pau se estrenó su trayectoria olímpica en Atenas con sabor agridulce. Tras culminar una primera fase imbatida, donde además consiguió su máxima anotación histórica con el equipo con 37 puntos ante China, el cruce de cuartos deparó un duelo con el siempre peligroso combinado de Estados Unidos. Los americanos vengaron su derrota de 2002 y privaron a España de poder luchar por las preseas.
El 2006, sin embargo, trajo el premio más dulce de la carrera de Pau hasta ese momento: la victoria en el Mundial FIBA de Japón. El ala-pívot, además de ser MVP, vio cómo sus compañeros eran capaces de sobreponerse a su baja en la final, propinando una paliza a Grecia. "Cuando vi a los compañeros con las camisetas que se pusieron para salir -con una leyenda en el pecho que ponía 'Pau también juega'- no sabía si ponerme a llorar antes del partido. Quiero estar en este equipo todo lo que pueda”, explicó. La imagen del ‘4’ levantando la Copa sentado en el podio prevalecerá en la historia del baloncesto patrio.
Pero toda trayectoria también tiene tragos amargos. En el caso de la generación dorada, la plata del EuroBasket de 2007 entrañó uno de los momentos más duros y crueles por el desenlace con Pau fallando el último tiro a la desesperada para ganar el campeonato. Aquella derrota sirvió como acicate para los años venideros. En los Juegos Olímpicos de Pekín, España asombró al mundo plantando cara a un superequipo de Estados Unidos. Pau se enfrentó por primera vez a Kobe Bryant desde que se convirtieron en compañeros en los Lakers y el escolta se rindió al talento. “Hemos jugado con carácter, sin él jamás les hubiésemos ganado. Han demostrado porque son los campeones del mundo”, dijo. FIBA Europa entregó a Pau su primer premio como Jugador del Año.
La confianza adquirida a partir de ese momento elevó el juego de Gasol hasta su temporada más exitosa, en 2009. Primero volviendo a ser All Star con los Lakers, ganando la NBA y venciendo en el EuroBasket de Polonia con el MVP bajo el brazo. “Es la medalla que todo el equipo ansiábamos. Ha sido un campeonato muy difícil, pero este equipo se lo merece todo por su enorme calidad humana y deportiva”, dijo tras conseguir el que sería el primer título europeo para España en su historia.
Al año siguiente, Pau volvió a ganar la NBA con los Lakers alcanzando otra vez los 100 partidos en una temporada, decidiendo descansar para Turquía. Para 2011, Pau regresaría con la ambición renovada para el EuroBasket de Lituania siendo otra vez una pieza fundamental en el equipo acabando en el quinteto ideal del campeonato en el que su amigo Juan Carlos Navarro lograría el MVP tras vencer a Francia en una final perfecta. “Es una experiencia única para nosotros y cualquier deportista. Ha sido un verano mágico para nuestra federación. Estamos superfelices. Tenemos un grupo de jugadores y de personas muy fuera de lo común y gracias a ellos hemos conseguido lo que hemos conseguido”, apuntó.
Tantos éxitos auparon a Pau a ser el abanderado del equipo español en los Juegos Olímpicos de Londres. El de Sant Boi lideró nuevamente al equipo español hasta la final estando en dobles figuras de anotación en todos los partidos del campeonato. Estados Unidos esperaba para la revancha de 2008 y el duelo fue memorable. España jugó de tú a tú contra un combinado de superestrellas con Pau firmando un tercer cuarto de ensueño. Sin embargo, los nuestros se quedaron a milímetros de culminar la gesta con un Gasol estratosférico -24 puntos, ocho rebotes y siete asistencias-. “Me hubiera encantado llevarme el oro, pero la plata me sabe muy bien. Estoy tremendamente orgulloso de este equipo”, afirmó.
Pau reapareció con la selección en el verano de 2014 con muchos cambios que contar en su carrera NBA. Había pasado sus peores momentos en los Lakers con un entrenador que no le comprendía y se había quedado por primera vez fuera de los Playoffs desde 2007. Por todo ello, el patriarca decidió poner rumbo a Chicago no sin antes intentar vencer en la Copa del Mundo de España. Pocas pegas se le pueden poner a un Pau que firmó un campeonato muy sólido en todos los aspectos y que tuvo un mal día, como todos los implicados, en los cuartos de final ante Francia y que supusieron a la postre la eliminación. Pese a todo, Pau consiguió estar en el quinteto ideal del campeonato FIBA más agrio para España. “Nunca sabes cuándo es tu último partido, tu último campeonato. Me gustaría jugar en este equipo hasta los cincuenta, pero lo dudo. Me he divertido con este equipo, me gusta competir con este equipo, con mi país, estoy orgulloso. Nada está garantizado en esta vida”.
Con 34 años, Pau no pone límites a su carrera. Participará este mes de febrero en el partido de los 24 mejores jugadores del mundo. Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2017. Como mínimo hasta ese día le quedan todavía muchas alegrías que dar al baloncesto español.