ÁREA DE SELECCIONES
Talento y orgullo
8/12/2014 - 4:30 PM
Cinco medallas conseguidas (tres platas y dos bronces) y un quinto puesto que clasifica para un Mundial se convierten en el balance provisional en datos objetivos de nuestras selecciones durante los seis campeonatos internacionales disputados hasta el momento durante el verano.
MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
La medalla de bronce conseguida por la Selección Absoluta tras ganar a Croacia en el partido por el tercer y cuarto puesto en el pasado Europeo y la demostración de ambición y de humildad de nuestros referentes internacionales se convirtió en un claro mensaje de orgullo para las nuevas generaciones que defienden la camiseta de España. Líderes de nuestro baloncesto, acostumbrados a pelear siempre por el oro, apretando los dientes para finalizar el campeonato en el pódium, luciendo orgullosos una medalla, regresando a España con otro reconocimiento. Si ellos, estrellas internacionales en su selección y en la NBA, eran capaces valorar como algo muy importante ese partido final, ese premio llamado de consolación, ¿cómo no valorarlo jugadores y jugadoras que están en el inicio de sus carreras deportivas?
Que las nuevas generaciones de baloncestistas tienen talento a raudales para competir por lo máximo a nivel internacional, tanto en Europeos como en Mundiales, es algo que ha quedado evidenciado en los últimos años en los que no hemos dejado de ver como nuestras selecciones subían una y otra vez a lo más alto del pódium. Pero a ese talento innato, adquirido, gestionado se une un valor que el deporte ensalza todavía más como es el del orgullo. Quedar fuera de una final para jóvenes que parten en los campeonatos con la idea de ganar el oro se convierte en un duro revés por mucho que en ocasiones el oponente demuestre ser superior. Hemos creado generaciones ganadoras, hemos ido transmitiendo esa mentalidad ambiciosa que no entiende otro objetivo que no sea llegar a lo más alto pero a la vez esos nuevos baloncestistas han llegado dotados de ese carácter que sabe hacer convivir la ambición y el talento con la humildad y el orgullo.
Las lágrimas por la decepción de de quedar fuera de la final en los europeos U16 y U18 femeninos – viniendo de ser campeonas -, se proyectaron hacia la disputa de sendos partidos por el tercer y cuarto puesto convertidos en nuevas finales. La todavía mayor desilusión en el U18 Masculino por quedar fuera de la lucha de las medallas al caer en cuartos de final se proyectó de pronto hacia el nuevo objetivo de inmenso valor como era el de conseguir ese quinto puesto que les clasificaría para el Mundial U19. Tres retos repletos de ambición, de capacidad para rehacerse tras uno de los muchos reveses que da el deporte y, también, la vida, y en los tres satisfacción final. Y junto a esas demostraciones de competitividad tres medallas de plata, tres finales en los Europeos masculino y femenino U20 y en el inolvidable Mundial U17 Femenino. Un balance que convierte el verano del 2014 nuevamente en exitoso, en aleccionador, en brillante teniendo además en disputa y por delante un Mundial U17 y un Europeo U16 masculinos. Eso sólo en formación y como anticipo a las grandes citas de nuestros referentes en la Copa del Mundo de España y el Mundial de Turquía. Sigamos disfrutando del verano. Nos sobran los motivos.