Los dos equipos comenzaron el partido dando su máximo desde el salto inicial. En juego estaba la medalla de bronce y españolas y galas pelearon por ella en todo momento. Fueron las francesas quienes llevarían la delantera en el marcador en los primeros compases, aunque siempre perseguidas por el combinado nacional, que mantenía la calma y no se precipitaba en sus ataques. Jeanneaux, la joven perla del baloncesto bleu, acertaba triples que ponían a España por delante. Pero el equipo de Andreu Bou seguía con su plan establecido e Iris Junio igualaría el partido a falta de pocos para el fin del primer periodo.

Pero en el segundo cuarto llegó la mejor versión de España. Tras un inicio igualado en el que Iris Junio continuó siendo la referencia del cuadro español en ataque, España despegó con un parcial de 16-0 en el marcador (36-17, m.17). Una exhibición en ataque del combinado español, desplegando un gran juego de contraataques, transiciones rápidas y defensa férrea permitió que las españolas volaran en el marcador ante una selección francesa bloqueada, que no podía reaccionar ante el vendaval español. El 39-22 al descanso hacia soñar a España con la medalla de bronce, aunque todavía restaban 20 minutos por jugarse

Tras la reanudación, las francesas salieron dispuestas a reducir distancias con el cuadro español. Con una buena defensa y haciéndose valer del talento del que dispone el combinado galo, el equipo de Cathy Melain se puso a 10 puntos con un triple de Alexia Chartereau (41-31, m.26). Sin embargo, Iris Junio apareció para volver a liderar a España y frenar a les bleues. Chartereau y Junio protagonizarían un gran duelo liderando a sus respectivos equipos, aunque en este periodo también tomarían protagonismo jugadoras como Lucía Alonso, que dejarían a España 11 arriba al final del tercer periodo.

España había recuperado las sensaciones al final del tercer periodo, y en el último cuarto comenzaría en forma anotando tres puntos consecutivos que le pondrían 14 arriba (49-35, m.31). No obstante, Andreu Bou quería que sus jugadoras estuvieran concentradas hasta el último segundo y paró el partido un minuto después para reordenar sus ideas. Un receso que sentó bien al equipo nacional, que siguió desarrollando su mejor juego para culminar una victoria que vale una medalla de bronce europea