Clase imprescindible, valorada por algunos como una lección de vida, por otros como un acercamiento a la biología, por todos como un momento que quedará, seguro, en su recuerdo. El Doctor Escribano informó pero, sobre todo, aconsejó.
MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN DE LA FEB
Sí, sí, eminencia por mucho que él huya de los elogios. Eminencia porque muy pocos están a su nivel de conocimientos y experiencia en una materia cada vez más importante en los deportistas como es la alimentación y el descanso. Durante años refiriéndose a todos esos aspectos como “entrenamiento invisible…” ¿Pero cómo invisible? si de lo que hablamos es el del presente y, sobretodo futuro de todos estos deportistas. De invisible nada, de ciencia asociada nada, de lo que hablamos es de un aspecto imprescindible, fundamental, para entender el alto rendimiento.
Y a los entrenadores o jugadores les gustará más o menos la biología, serán más o menos curiosos con los argumentos científicos pero su obligación, su responsabilidad, es conocer lo suficiente para poder orientarse u orientar al deportista hacia unos hábitos acordes con esa actividad, sea afición o, mucho más trascendente si cabe, profesión como es dedicarse al baloncesto.
Construimos cuerpo con Nacho Coque, les dotamos de recursos técnico tácticos y decisionales con Miguel Méndez, les motivamos y les dimos herramientas tácticas con Mondelo y, de la mano del Doctor Escribano, les instruimos en esa actividad que se realiza lejos de las canchas, en sus domicilios, en sus viajes, en sus concentraciones previas o en sus recuperaciones posteriores. Al final de lo que estamos hablando es de Entrenamiento del Deportista, de conciencia biológica.