POR JOSÉ LUIS SÁEZ

Cuando decidimos presentar nuestra candidatura a organizar la Copa del Mundo 2014 lo hicimos comprometiéndonos a dar vida a un evento verdaderamente global. “De todos y para todos” fue el lema que, casi sin darnos cuenta, quedó desde el primer momento asociado a nuestro proyecto.

Y de aquel compromiso, que nos ha llevado mucho más allá de las canchas y los resultados, surgió Casa España en Dakar, en la que hemos volcado nuestro convencimiento de que el baloncesto puede ser un instrumento de transformación social y transmisión de valores universales capaces de traspasar todas las fronteras y llegar a todos los continentes.

Casa España es un centro educativo, de salud y de aprendizaje del baloncesto que se encuentra ya en la recta final de su tercer curso. Para celebrarlo, los más de 300 niños y niñas escolarizados en el barrio de Hann Bel Air de la capital de Senegal recibieron hace sólo unos días una nueva remesa de material y equipaje deportivo que para ellos representa un pequeño tesoro. Como lo son las canchas de baloncesto en las pasan una gran parte de su tiempo de recreo y que contribuyen diariamente a su formación y su felicidad.

Como hemos dicho en numerosas ocasiones alrededor de todos los programas de RSC que desarrollamos en la FEB, lo hacemos sabiendo perfectamente que no podemos cambiar el mundo pero sí poner unos cuantos granitos de arena para que la perspectiva de futuro de muchos niños y niñas sea un poco mejor.

Este es uno de los legados que nos gustaría que a partir del próximo 15 de septiembre deje la Copa del Mundo 2014, al que hemos y seguiremos dedicando todos nuestros esfuerzos e ilusiones. Porque las sonrisas con que en estos últimos tres años nos han recibido cada vez que hemos visitado Casa España nos han reafirmado en ello.

Y si de algún modo puede decirse que la semana FEB empezó en Dakar, también puede decirse que acabó en Andorra, donde se ha celebrado el título de campeón que da derecho al ascenso a la Liga Endesa. Ha sido el resultado del excelente trabajo acumulado, no ya en las 24 jornadas disputadas esta temporada sino a lo largo de varios años, en los que el proyecto se ha ido consolidando tanto dentro como fuera de la pista hasta convertirse en un proyecto real y con un apoyo social unánime.

Desde estas líneas quiero hacer llegar mi felicitación a todo el club, a su plantilla, patrocinadores y aficionados que han hecho posible alcanzar el éxito. A todos les deseo lo mejor en el ilusionante futuro que se les acaba de abrir.

Y es obligado acabar con un recuerdo para dos personalidades que nos han dejado en los últimos días. Si ayer domingo todo el país se volcó en el recuerdo hacia el ex presidente Adolfo Suárez, el pasado jueves el sentido reconocimiento de todos fue para Iñaki Azkuna. El alcalde de Bilbao, además de un ejemplo para la gestión desde la política y una persona de referencia en liderazgo y compromiso social, fue desde su ciudad uno de los grandes impulsores de la candidatura a la Copa del Mundo 2014. Descansen en paz.