Desde que era un niño e inducido por la tradición familia Tito Sobrín se familiarizó con el sonido del balón y con la especial atmósfera que envuelve a las pistas de baloncesto. Cerca de cumplir los cincuenta mantiene la misma ilusión de cuando empezaba con la gran ventaja de llevar en la mochila toneladas de experiencia que transmite a las jóvenes jugadoras del Barça CBS.
MIGUEL PANADÉS /ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Nacido en León y criado baloncestísticamente en la que el define como “su cuna”, el Colegio Leonés. Cuando Tito Sobrín viaja en el tiempo a sus primeros impactos en una pista de baloncesto se encuentra delante la figura mítica de Essie Hollis, pasándole balones y conversando sobre baloncesto. “Conocer a Hollis, siendo yo muy joven, representó una influencia total para ilusionarme aún más con el baloncesto. Además con él aprendí la importancia del rebote, el dribling y el tiro… aunque recuerdo que siempre me decía que la gran diferencia entre el baloncesto americano de entonces y el español era “lo mucho que os cuesta pasar…” Recuerdo mucho esa observación de Hollis y siempre he creído que los entrenadores debemos trabajar mucho más con los jóvenes esa habilidad para luego poder pedirles que sepan darlo en el momento adecuado”. Enlaza el técnico leonés afincado desde hace varios años en Barcelona aspectos técnicos con recuerdos de una juventud en la que destaca figuras como Pepe Estrada, “entrenador de formación en León con varios Campeonatos de España y que me transmitió la importancia de la disciplina y el método” y de Benigno Paramio, “con el que descubrí lo que significaba amar el baloncesto. Siempre que me reencuentro con él en mis visitas a León le digo: “no lo dejes nunca, por favor, no lo dejes nunca”. Y en su viaje al pasado recuerda la importancia de esos partidillos de “tres contra tres” antes y después de las clases, una costumbre con la que crió y que todavía hoy se mantiene en el Colegio Leonés.
Muy joven Tito Sobrín se encontró ante la oportunidad de dedicarse al baloncesto como entrenador profesional y tras cursar “El Superior” en Logroño, “con mi amigo Carlos Colinas, leonés como yo”, emprendió la aventura de entrenar con escalas en Salamanca, Burgos, Ibiza, Mataró, La Seu… en un recorrido a caballo entre la Liga Femenina y la Liga Femenina 2 conociendo sensaciones de éxito como la de disputar una final de la Copa de la Reina y también de frustración como el no poder conseguir objetivos marcados. Todo ello fue llenando de experiencia a un entrenador “que siempre he vivido más a gusto entrenando gente joven”. Recuerda con orgullo como en Mataró se proclamó “campeón de España junior con un equipo íntegramente de primer año” y también como su buen hacer en equipos de Ligas Femeninas le dio la oportunidad de vivir ocho veranos las experiencias en selecciones españolas de formación. “Los entrenadores que hemos tenido la suerte de poder estar en selecciones nacionales hemos salido muy enriquecidos. Recuerdo que el ahora denominado Método FEB nació hace muchos años de la mano de Ángel Palmi que profundizó junto a los entrenadores en la necesidad de compensar por talento y táctica las inferioridades físicas que teníamos ante los rivales. Ahí se establecieron una serie de debates, de reuniones y de trabajos de investigación que permitieron, junto a las jugadoras salidas muchas de ellas del Centro de Tecnificación Siglo XXI empezar a competir primero y ganar campeonatos después”.
Tito Sobrín recuerda esas etapas en selecciones dándole un inmenso valor por lo vivido y lo aprendido. Estuvo como ayudante en muchas, al frente de la U15 y en el Equipo Técnico de la Absoluta. “La fuerza de los clubes se basa en la capacidad que tengan para potenciar a sus entrenadores y en ese sentido la Federación Española, con sus reuniones, sus actividades formativas, su fomento del intercambio de información entre los técnicos, hace una labor fundamental que a la postre se convierte en decisiva a la hora de obtener éxitos”. Pasado, presente y trabajo con jugadoras jóvenes en el Barça CBS que representan el futuro. Tito Sobrín tiene suficiente perspectiva para el análisis de un baloncesto femenino “condicionado sí, por unas limitaciones económicas, pero claramente impulsado por la oportunidad que reciben muchas jugadoras jóvenes. En este sentido la Liga Femenina 2 cumple una función muy importante”. Contempla la actualidad y analiza la recientemente disputada Copa de la Reina afirmando que “ha sido una de las mejores finales de la historia por la emoción, nivel de juego y lectura táctica que hicieron los entrenadores durante el partido”.
Tras una incursión de varios años en el baloncesto masculino en Valls, Mataró y Cornellà, actualmente lidera un proyecto con un objetivo a medio y largo plazo. “Por mucho que aparezca el nombre de Barça somos un club amateur dentro de una liga de mucha exigencia en viajes y entrenamientos pero me siento muy feliz del trabajo que estamos haciendo en lo que respecta a la progresión de las jugadoras y a pesar de que los resultados, de momento, no acompañan”. Su trayectoria le avala y por lo tanto esos resultados, llegarán.