REFLEXIONES VÍCTOR LAPEÑA
LF: Las Directoras de juego
11/26/2014 - 4:32 PM
Víctor Lapeña vuelve a escribir para feb.es profundizando sobre el papel de jugadoras fundamentales en sus equipos como son las bases, las directoras de juego. Nueva e interesante aportación del técnico aragonés.
Víctor Lapeña
Decía Corbalán que “a veces los jugadores son fundamentales porque los entrenadores no tienen por qué entender siempre lo que está pasando”. Esta es una sensación que como entrenador he tenido en casi todos los partidos que he dirigido. Llega un momento del mismo donde la rapidez del juego, el desorden táctico, lo que el rival está proponiendo o cualquier otro estímulo de un partido hacen que tu atención se diluya y pierdas por momentos el control de lo que sucede. En estos casos además de tener un buen equipo de colaboradores a tu lado es vital tener ese jugador que es capaz de darse cuenta de esto y de manejar de manera muy inteligente este proceso.
Al igual que al entrenador esto le puede suceder a un jugador o a varios durante un partido. En ocasiones es necesario que jugadores desorientados estén en la pista por diferentes motivos, ya sea porque no tienen un recambio adecuado o porque en una faceta del juego es imprescindible tenerlos en la pista y necesitan urgentemente reordenarse en otras cosas. Aquí entra también ese jugador que logre reconducir al compañero hacia donde el entrenador desea y sobre todo hacia los intereses del equipo.
Sin dar nombres, no hace falta, hablemos mejor del perfil. Casi siempre encontramos que ese jugador es el “Director de Juego”, y es interesante llamarlo Director porque realmente dirige, pero no sólo el juego sino todos aquellos momentos en los que la velocidad a la que pasan las cosas hacen que detalles vitales decidan un partido.
Este fin de semana fue maravilloso observar como estas cosas sucedían en tres encuentros donde tres “maestras directoras” controlaban cada detalle del tempo del partido, hablaban con sus compañeras, con su entrenador, frenaban el partido, lo aceleraban, elegían de manera magistral aquél concepto de juego que castigaba los defectos del rival y sobre todo lograban que casi todas las caras de sus compañeras fueran de alegría, y ellas, principalmente, estaban felices por como el resto metían las canastas.
En algún caso la valoración personal de alguna jugadora del equipo ha restado protagonismo a algo que cada fin de semana sucede casi de manera constante en cada uno de estos mismos equipos. Esto no ha de pasar desapercibido y es vital que empiecen a surgir más jugadoras de estas. No entraré en el debate de si nacen o se hacen pero que los entrenadores tenemos herramientas de sobra para detectar este talento desde que son pequeñas esto sí es seguro. Invertir en esta formación es vital para la buena salud de nuestro baloncesto y seguro que como entrenadores agradeceremos tener a nuestro lado a jugadoras de este tipo y si encima las hemos formado nosotros la satisfacción será doble.
Cierro con otra frase, esta vez de Solozábal cuando le preguntan cómo se ganó la confianza de sus compañeros o de su entrenador:
“Con trabajo, respeto, profesionalidad, sinceridad y siendo un ejemplo en cualquier circunstancia. A partir de esto, y si juegas tiempo en un mismo equipo todo es más fácil”.