PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Como si de un problema matemático se tratara, los coches de Jorge Sanz y Josep Pérez salían este verano de Madrid y Barcelona respectivamente para cruzarse en el punto intermedio de la Autovía A2. A la altura de Zaragoza, ambos jugadores desviaban su trayectoria para emprender en paralelo una E7 que les llevaría hacia su nueva aventura profesional.

De este modo, la ciudad de Huesca se convertía en nuevo destino para dos jugadores con sus respectivos estilos y personalidades pero con mucho en común más allá incluso que su posición de directores de juego. Criados en las canteras de Real Madrid y FC Barcelona para ser referencia en las diferentes selecciones de formación, el destino les llevaría a buscar una nueva oportunidad lejos de sus ciudades de la mano de un Peñas Huesca en el que contarán este año con un aliado perfecto. El histórico base Quim Costa pulirá el talento de dos hombres muy diferentes sobre la cancha pero con un destino común: un prometedor futuro en un baloncesto nacional que les espera ya con los brazos abiertos.

Jorge Sánz: “Mis expectativas se han cumplido en Huesca”

Durante varias temporadas, Jorge Sanz ejercería como una de las principales apuestas de futuro de la cantera de un Real Madrid con el que llegara a debutar incluso en Liga Endesa con apenas 17 años. Sus éxitos con las categorías de formación de la FEB así como su irrupción en Euroliga con el conjunto blanco dejaban entrever que Jorge Sanz podía ser uno de esos jugadores llamados a rendir al máximo nivel.

Pero en ocasiones el destino es más caprichoso de lo que en un principio pueda parecer, algo que tomó un cariz especial en la figura de este base madrileño. Sanz abandonaría el equipo de sus sueños para poner rumbo a Santiago de Compostela en un año plagado de dificultades: “Salir del Real Madrid fue una pena pero llegaba al Obradoiro con mucha ilusión por la oportunidad que se me presentaba, A nivel colectivo, el año fue estupendo aunque, a nivel individual, no conté con los minutos y las oportunidades que hubiera deseado. Fue un buen año pero sentía que debía dar un paso atrás para coger confianza, algo que me llevó a la cantera del Fuenlabrada a través de un proyecto que me ofrecía la posibilidad de entrenar con el primer equipo y jugar con el filial. Las sensaciones individuales fueron inmejorables llegando a conquistar el ascenso y es por ello que esta temporada me sentía ya preparado para poder dar un paso al frente”.

Su gran año en ese “paso atrás” en la Adecco Plata le sirvió para ganarse la confianza de un Baloncesto Fuenlabrada muy pendiente de sus evoluciones premiando su trabajo con una renovación por dos temporadas en las que un primer año de cesión debe servir como preámbulo a un posible regreso a la Liga Endesa. Un fichaje por el Peñas fraguado a fuego lento en un intenso verano: “Tanto el Bto. Fuenlabrada como mis agentes trabajaron de la mano durante el verano para poder encontrar la mejor opción para mí. Cuando surgió la opción de Huesca a ambas partes les pareció un lugar idóneo y yo estaba encantado con la posibilidad de entrenar con un técnico como Quim Costa del que me habían hablado maravillas en cuanto al trabajo con los jóvenes”.

Trascurridos un par de meses desde su fichaje, el base madrileño se muestra encantado con lo que se ha encontrado en un equipo en el que da un nuevo paso al frente cada día : “Hasta el momento todas mis expectativas se han cumplido, somos un equipo muy joven y sin apenas experiencia en la Adecco Oro lo que a veces nos lleva a pecar de inocencia pero nuestras ganas por crecer y mejorar nos van a ayudar a vencer un complicado inicio de liga ante equipos duros para poder asentarnos en la competición a base de nuestro trabajo”.

Un trabajo que destaca precisamente por su intensidad de la mano de un Quim Costa que vigila no sólo el crecimiento colectivo de su equipo sino también la evolución de cada uno de sus jugadores: “Quim es un gran técnico para el grupo pero en especial para Josep y para mí ya que durante su carrera fue un base De gran nivel por lo que nos aporta muchos consejos de calidad. El trabajo de técnica individual como complemento a los entrenamientos de grupo nos ayudan mucho a crecer a través de pequeños detalles que quizá en otro equipo no se cuidan tanto como en Huesca”.

Serán precisamente los pequeños detalles los que deberán de complementar a un Jorge Sanz con un objetivo claro de cara a la próxima temporada: “Mi aspiración y mi meta están en alcanzar la ACB así que, desde la humildad y el respecto, pienso trabajar al máximo cada día por el Peñas Huesca para poder completar un gran año que me sirva para poder cumplir con este sueño”.

Josep Pérez: “Estoy muy ilusionado con esta temporada”

Un total de siete temporadas vistiendo de azulgrana figuran en la hoja de servicios de un Josep Pérez que a comienzos del 2012 se convertiría en uno de los jugadores a seguir en un club con el que sumaría sus primeros minutos en Liga Endesa. Su debut se convertía en el más precoz desde el estreno del ya histórico Juan Carlos Navarro y con él se reconocía su trabajo al frente de la dirección de un filial con el que ha llegado a sumar un total de 80 partidos.

Un camino que parecía dirigirse inevitablemente hacia el éxito y que se frenaría en seco el pasado curso cuando una lesión impidió a este jugador valenciano mostrar su mejor nivel. Tras vivir con apenas 20 años la temporada más difícil de su carrera, Josep se preparó para dar un paso aún más difícil dejando atrás al club de sus amores: “Sin duda ha sido el momento más duro de mi carrera. Después de toda una vida en un club en el que te has formado y en el que has compartido tantas horas con tanta gente no resulta fácil el tener que tomar la decisión de buscar otro rumbo pero tenía claro que era el momento de hacerlo. Venía de un año duro en el que las lesiones no me habían dejado mostrar mi juego y tenía la necesidad de encontrarme con el mundo real para tratar de volver a sentirme jugador y de demostrar hasta dónde puedo llegar”.

Pero si complicado fue para Josep el paso de dejar atrás La Masía mucho más sencillo resultaría el momento de decidir cuál debía ser su nuevo destino. Las ofertas no faltaron sobre su mesa a lo largo de un verano en el que el Pelas Huesca se postularía como un lugar a tener en cuenta: “La decisión fue realmente sencilla ya que era la mejor opción para mí a nivel deportivo. Si con 30 años te decantas por ofertas económicas o con otro tipo de atractivos, con 20 tienes que buscar un lugar en el que puedas trabajar y progresar como jugador y, en ese sentido, Huesca era el lugar idóneo ya no sólo por ser un club familiar sino por contar con un entrenador que está realizando un gran trabajo con los jóvenes”.

Sería precisamente la presencia de todo un histórico como Quim Costa al frente del banquillo uno de los factores claves a la hora de elegir su nuevo destino. Un factor que, con el paso de las semanas ha reafirmado la decisión del playmaker valenciano: “No voy a descubrir ahora a a nadie quién es Quim Costa pero él, más que un entrenador, es un profesor de baloncesto que te enseña todo dentro de la pista pero también fuera de ello donde tienes que poner los ojos y abrir las orejas para empaparte de su experiencia en el baloncesto. Él ha vivido muchas situaciones como jugador y entrenador y nosotros aún unos pipiolos por lo que cada consejo es impagable para nosotros”.

Y es que las enseñanzas de Costa serán tan determinantes para Josep como lo fueran en temporadas anteriores para los Lluis Costa, Grigonis o Oriola de cara a un nuevo curso que ha devuelto la ilusión al protagonista de esta historia: “Personalmente tengo muchas ilusiones depositadas en esta temporada... Después de lo vivido el año pasado espero que en esta ocasión las lesiones me respeten para poder sentirme de nuevo jugador de baloncesto. No me gusta pensar en metas a largo plazo porque creo que eso no ayuda así que ahora mismo sólo pienso en trabajar día a día para poder rendir al mejor nivel posible”.

Y todo ello con un único objetivo, el de poder cumplir ese sueño que tantas noches rondó su pensamiento durante sus años de adolescencia en La Masía, el poder verse entre las estrellas del baloncesto Europeo: “Mis sueños no distan mucho de los de cualquier otro jugador Adecco Oro ya que pasan por poder ser algún día un buen jugador de ACB y Euroliga. Realmente pocos pueden llegar a cumplir este sueño así que, si en mi caso no fuera así, quiero que el día de mañana me quede la sensación de que no habrá sido por falta de ganas y trabajo  algo que quiero demostrar este año con la camiseta del Peñas Huesca”.