Será a lo largo de la próxima semana cuando la mayoría de equipos Adecco Oro se den cita en sus respectivos pabellones para dar comienzo a un largo mes de pretemporada en el que se pondrán a tono para la nueva campaña. Cuatro semanas de entrega física y sacrificio sobre las canchas a las que un buen puñado de jugadores llegarán con buena parte del trabajo hecho. De la mano del escolta Álex Llorca conocemos cómo se prepara un jugador para el nuevo curso durante los meses de verano.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
El suyo es tan sólo uno de los múltiples casos que se dan a lo largo del verano y que iremos conociendo a lo largo de los próximos días en sus diferentes variantes pero Álex Llorca es uno de esos jugadores que mejor ejemplifica lo que supone el, tan de moda, trabajo de post temporada. Y es que rezaba Pepe Laso en sus ya tradicionales campus de verano de la ABP que cada día de parón estival en el jugador requeriría de una semana de trabajo para recuperar la forma perdida.
Los jugadores lo saben y son conscientes que, estos tiempos de exigencia máxima, deben dar el 100% desde un primer un primer día de trabajo colectivo al que suelen llegar con una buena carga de trabajo individual.
El caso de Llorca explica en sí mismo los esfuerzos que debe realizar un jugador para poder estar a punto a primeros de septiembre. Tras conquistar el ascenso con el Lucentum Alicante el pasado 6 de junio, el joven escolta catalán se tomó un respiro de apenas una semana antes de dar comienzo a una temporada 2013/14 que se adelantaba casi tres meses para él. Sus primeros pasos llegarían de la mano de uno de los nuevos internacionales de Juan Orenga y en compañía del talentoso Ricky Rubio: “Me había tomado tan sólo unos días de descanso y, a partir de ahí, comencé a entrenar con Nacho Martín en las instalaciones de Hospitalet donde nos facilitaban un par de horas de pista diaria más el acceso al gimnasio. Durante un mes incidimos mucho en aspectos como el bote, el tiro y diferentes situaciones de juego a las que acompañábamos de sesiones de gimnasio con las que mantener el tono físico”.
Tras la marcha de Martín coincidiendo con el inicio de la concentración de la Selección Española para el Eurobasket, Llorca comenzó una nueva etapa en su preparación intensificando el contacto con el balón para seguir creciendo como jugador. El objetivo principal, mejorar aquellos aspectos que la exigencia de la temporada no permite durante el año: “Tras entrenar con Nacho durante los primeros días, comencé una segunda fase de preparación en la zona de Barcelona con un entrenador personal con el que trabajaba aspectos del juego como el tiro con bote, tras salida, situaciones de bloqueo, el 1x1… Tampoco descuidamos la importancia del factor físico, algo que he estado trabajando con Xavi Schelling, preparador físico del Básquet Manresa, y con Arnau Moreno: unos días dedicábamos el trabajo al tres superior y otros al inferior alternando las cargas”.
Pero… ¿qué puede conseguir un jugador con estos pasos? La experiencia de Llorca dice que a base de trabajo individual se puede explotar durante la temporada en el plano grupal. A lo largo de los próximos días este escolta decidirá cúál será su futuro y en qué ciudad sorprender desde el primer día con un nuevo paso al frente en su juego: “Dos años atrás la gente comenzó a decir que yo no sabía tirar de tres, eso me motivó para buscar alternativas con las que mejorar y romper con esa fama explotando mi tiro durante los partidos. El verano pasado comencé a realizar más de mil triples diarios lo que me permitió llegar a Alicante con mucha más confianza y con unos porcentajes muy superiores a los de años anteriores. Gracias a esto me di cuenta de que si trabajas fuerte en verano los entrenadores y los equipos creerán más en ti durante esa época del año en la que la mejora durante los entrenamientos está destinada al crecimiento del grupo y no al de un jugador que debe de esforzarse en verano para ser cada día mejor”.