POR JOSÉ LUIS SÁEZ

Es inevitable despedirse de Londres con la decepción de la derrota del Real Madrid en la gran final europea, que empezó con un verdadero recital de juego atractivo y espectacular. Nuestros equipos y nuestros jugadores están hechos para luchar por ganar, y quedarse a las puertas de la gloria es siempre un duro golpe.

Pero la presencia de Real Madrid y FC Barcelona en la fase final de la Euroliga no ha perdido su valor. Tanto madridistas como azulgranas han demostrado calidad y carácter competitivo –protagonizando una semifinal extraordinaria- y han vuelto a significar el máximo nivel del baloncesto español, el único que ha clasificado a dos equipos para la F4 y que ha tenido un representante en las dos finales continentales de esta temporada.

En la capital británica, además, los jugadores españoles –en el mismo escenario en el que varios de ellos se colgaron el pasado verano la histórica medalla de plata olímpica- han vuelto a brillar con luz propia, dejando una vez más constancia del estilo de baloncesto y los valores que les han convertido en una referencia para el baloncesto mundial. Todo lo cual sólo está al alcance de los mejores. Tanto Madrid como Barça van a tener sin duda en el futuro más oportunidades como ésta, y además la temporada no ha acabado: les esperan los playoff al título de la Liga Endesa, que prometen ser asimismo apasionantes y en los que se van a encontrar con rivales del mejor nivel dispuestos también a ejercer de aspirantes a campeón.

No se puede tampoco pasar por alto que el baloncesto español ha estado asimismo presente, y por partida doble, en la final del torneo junior paralelo al absoluto. Joventut y FC Barcelona han escenificado el magnífico futuro de nuestro baloncesto. La calidad y nivel de nuestra cantera exige que todos apostemos por dar la alternativa a los jóvenes que, cuando salen más allá de nuestras fronteras, no tienen nada que envidiar a nadie. Mi felicitación a los dos equipos, y en especial a los campeones de Badalona.

Y sin apenas respiro, pasada la página de esta Euroliga 2013, de Londres a Cardiff, donde este fin de semana se celebrará el Board y la Asamblea General de FIBA Europa. A poco más de cuatro meses vista del Eurobasket de Eslovenia, en la ciudad galesa se pondrán de nuevo sobre la mesa cuestiones importantes para el desarrollo a corto y medio plazo del baloncesto continental, para el que ha llegado el momento de trabajar en equipo. Sólo con la unidad de acción y de objetivos se pueden plantear proyectos de crecimiento global, una visión que desde la FEB hemos transmitido en todo momento al resto de federaciones nacionales, tanto en los anteriores Board como en encuentros tripartitos como el que celebramos meses atrás en París con las de Francia y Rusia.
Es necesario el debate y el mayor consenso posible, pero lo que sobre todo le es imprescindible al baloncesto europeo es un proyecto verdaderamente común. Divididos es imposible crecer.