Miguel Panadés

Aunque llevan muy pocos años en el baloncesto hay algunos de esos chavales que se comportan sobre el parquet con la personalidad propia de un veterano. Quizás por eso, los aficionados que abarrotaron durante las tres jornadas el Polideportivo de Santa Eulalia disfrutaron no sólo con la emoción y pasión que caracterizaron la mayoría de partidos sino con los detalles de calidad inmensa por parte de algunos niños de 13 años. Se proclamó campeón el Real Madrid derrotando en la final a un CB L´Hospitalet que se coló en la final tras tumbar al Barça en lo que significó una sorpresa y también una alegría para gran parte de la afición local. El Hospi fue protagonista tanto por la calidad y proyección de muchos de sus jugadores como por el carácter demostrado ante rivales, teóricamente superiores pero a los que nivelaron y superaron desde el trabajo y la fortaleza mental.

Pero de la misma manera que en estas edades más que equipos lo importante son siempre “entrenar jugadores”, en este tipo de torneos más que el comportamiento colectivo, siempre importante, lo que más destacan son los talentos individuales, esos que desequilibran los partidos, esos que se diferencian del resto por cuestiones físicas en algunos casos o de habilidades en otros. Y en Santa Eulalia hubo nombres propios que llamaron la atención y el que más uno tan largo como ilusionante. Jon Aldecoa-Otalora Azkarate, un jugador vasco desde hace tiempo en la órbita del Real Madrid y seguido atentamente por el área de detección de talentos de la Federación Española y que fue nombrado mejor jugador del Torneo. Un futuro base con capacidad para dirigir, anotar, asistir… siempre y cuando continúe viviendo el baloncesto con la pasión, ilusión y humildad actual.

En ese Real Madrid destacó la altura de Jaime Cubero, el más grande junto al azulgrana Joan Sorolla. Ambos deben ser dos de los pivots importantes en esta generación porque ya desde infantiles parecen tener asumidos tanto ellos como sus entrenadores que su futuro está cerca de los aros.

Siempre es injusto y aventurado reducir listas de jugadores interesantes en estas edades entre otras razones porque muchos de los que hoy aparecen como destacados pueden diluirse con los años y otros que hoy pasan desapercibidos explotar en un futuro. Pero en L’Hospitalet llamaron la atención los madridistas Oscar Méndez o Ricardo Rodríguez, o los triplistas Daniel Gonzalez, tercer clasificado en el concurso de triples, o el campeón en esta especialidad Adrian Nose Castillo. Por el Joventut Joel Parra y Didac Cuevas, por el Sant Josep Gerard Cruells y Joan Marc, por el CB Hospitalet el finalista en triples Arnau Mas, Miquel Segarra o un base con gran personalidad y conocimiento del juego como Oscar Serrano. En el Barça, además del pivot Sorolla, talentos quizás demasiado diluidos entre otros tantos talentos como Isaac Jose García, Héctor Aza Gay o Víctor González. En el CAI un alero con grandísima proyección física como Jaime Fernández o Carlos Alocén, Samuel Fondevila y otro triplista interesante como Nicolás Palacio. En Unio Manresana el base David Orrit y en el club anfitrión, el AESE, todos sin excepción, al representar el baloncesto mayoritario que es el miles de jugadores que no tienen hoy proyección de élite y sin embargo trabajan y progresan con la misma vocación e ilusión que los talentos de su generación. A todos, los nombrados y los que no, el consejo de seguir entrenando y jugando con máxima humildad y sobretodo a intentar ser buenos estudiantes.

Fue la 24 edición de un Torneo ejemplar y que puso de manifiesto nuevamente la importancia de impulsar el baloncesto desde clubes como el AESE que, como tantos otros, trabajan en sin hacer ruido en la formación de jugadores y entrenadores Y en la apuesta por acontecimientos ilusionantes como este tipo de torneos. Es fundamental que las instituciones, tal como hacen algunos ayuntamientos entre los que destaca el de L´Hospitalet, se muestren siempre dispuestas a apoyar estas iniciativas que no hacen más que contribuir al baloncesto de formación y con él a la sociedad. Felicidades por el éxito de esta nueva edición destacando especialmente a la treintena de voluntarios, jugadores y entrenadores del AESE, entregados a que nada fallara.