LIGA FEMENINA
Estitxu Ibarretxe: “Espero no perder nunca la esencia de jugadora”
12/4/2013 - 4:27 PM
Ha ingresado de pronto en el selectivo y minoritario “club de las entrenadoras de Liga Femenina” y lo ha hecho sin perder todavía la esencia de la jugadora que fue hasta hace poco más de un año. Estitxu Ibarretxe dirige al Bizkaia GDKO.
MIGUEL PANADÉS
Mensaje claro, respuestas directas. Estitxu transmite en sus afirmaciones la seguridad propia de quien conoce el baloncesto desde la pista, desde el vestuario y de quien siente fuerza y juventud necesaria para contagiar confianza a su grupo. Curiosa circunstancia la que hace coincidir a muchos exjugadores reconvertidos rápidamente en entrenadores y que en esa primera etapa ejercen la labor de técnicos bajo la influencia de sus pensamientos como jugador. Pasarán los años y esa esencia se irá diluyendo siendo sustituida, en el mejor de los casos, por otros conocimientos procedentes ya más de la experiencia como entrenador que de los recuerdos como jugador. “Espero no perder nunca la esencia de jugadora”, afirma la nueva entrenadora del Bizcaia GDKO.
Estitxu empezó jugando al baloncesto en las Franciscanas de Montpelier en Trapagarán y desde muy pequeña sintió esa pasión por no sólo jugar, sino también hacer jugar a sus compañeras, a su equipo. “Fui base desde siempre y también combiné jugar y entrenar desde los catorce años. Me gustaba analizar el juego, compartir ideas con los diferentes entrenadores que tenía, fijarme en los que hacíamos en los entrenamientos y como jugadora recuerdo llegar a casa después de los entrenamiento y apuntarme algunas cosas que me parecían interesantes”. Natural de Barakaldo y 33 años de edad, con experiencia como jugadora en la Liga Femenina, donde militó en equipos como el Extrugasa gallego, y en Liga Femenina 2, con el Obenasa, Burgos o Ibiza, colaborado con la Federación Vizcaína de Baloncesto y también con la Balear, Estitxu ejercía como coordinadora del club y tanta fue su sorpresa cuando le propusieron sustituir a Sainz-Trapaga en el banquillo como decisión inmediata a la hora de aceptar el reto.
Se considera, desde siempre, una profesional del baloncesto por mucho que la primera oferta económica no le llegara hasta los veintidós años. “Siempre he sido profesional en horas más que en dinero y tanto cuando jugaba me gustaba entrenar en formación en el club donde estuviese. El hecho de verme de pronto al frente de un equipo de Liga Femenina no significa para mi un gran cambio porque primero ya conozco el escenario y porque para mi entrenar, entendiendo las diferentes gestiones de vestuario en formación o en profesionales, se basa en unas normas que se aplican igual a unas jugadoras que otras. Se trata de diferenciar las capacidades de cada jugadora y proponerles hacer aquellas cosas que más dominan”. No hay formación más completa que la que se recibe directamente de la pista y en este sentido Estitxu puede compensar esa aparente falta de experiencia como entrenadora senior con la ventaja de saber que pasa por las cabezas de sus jugadoras. “Sin roles es imposible jugar y yo desde mi experiencia como jugadora y por el conocimiento que tengo, tanto por haber jugador con o contra ellas, lo único que les he transmitido ha sido la necesidad de jueguen como realmente saben, que seamos capaces de leer las ventajas que muchas veces tiene el ataque sobre la defensa para a partir de ahí divertirnos tanto en los entrenamientos como en los partidos. La jugadora necesita disfrutar descubriendo sus ventajas en el juego”.
Y al tópico de “entrenador nuevo, victoria segura” se unió en su debut como entrenadora una actuación espectacular que llevó al Bizcaia GDKO, colista y acumulando seis derrotas consecutivas a una triunfo por 34 puntos de diferencia ante el Bembibre. Y nuevamente, en la reflexión de Estitxu, la utilización de la experiencia de lo que sucede en la pista para contemplar la situación con serenidad. “En los partidos hay días que sale todo y eso muchas veces tampoco es real. Las jugadoras tienen que estar preparadas para saber reaccionar cuando las cosas no salen como esperaban y ese el mensaje que transmito en los entrenamientos. Hay que saber buscar soluciones en la pista”. Se une al cada vez más mayoritario grupo de entrenadores que encuentran en la psicología, en el refuerzo mental, una fundamental ciencia asociada al baloncesto porque sabe que al jugador o jugadora lo mueven muchas veces unos hilos invisibles que nada tienen que ver con su condición física o técnica y sí mucho con su autoestima.
Se tituló como entrenadora superior en Zaragoza en 2011 completando una formación adquirida desde la pista – “Jordi Fernández fue el entrenador que más me influenció al destacar la importancia de los detalles a la hora de sacar ventajas en el juego” – y sumó conocimientos procedentes de muchas de las compañeras y rivales con las que coincidió durante sus años de jugadora. Inquieta, ilusionada, amante desde pequeña de este maravilloso deporte, se encuentra de pronto ante la gran oportunidad de poder vivir el baloncesto de máximo nivel en España desde esa visión global que tiene el entrenador que le permite disfrutar del juego tanto colectivo como reflejado en cada una de las jugadoras que dirige. ¡Suerte y bienvenida, ENTRENADORA!