XAVI OLTRA

Pagó la novatada de un salto quizás prematuro dirigiendo su club de toda la vida, Breogán. Pero poco a poco ha ido labrando una carrera como técnico, con su correspondiente crecimiento personal y profesional. Eso sí, siempre en Galicia. El haber pasado por la EBA, LEB-2, LEB Bronce, Adecco Oro, Liga Femenina y Liga Femenina 2 le ha dado sin duda un bagaje impagable para entender este deporte y para poder amoldarse a las diversas circunstancias del juego, que tras esta trayectoria domina a la perfección en todas sus facetas y vertientes. Incluso su experiencia como comentarista de la Televisión Gallega ha completado y completa su perspectiva del baloncesto desde el otro lado, desde los medios de comunicación.

Con 56 años recién cumplidos dirige con solidez y acierto la segunda campaña del Leyma Natura Coruña en la Adecco Oro. Díaz, con tres campeonatos de Liga EBA y dos ascensos a LEB-2 y LF sus espaldas, quiere crecer de la mano de la entidad gallega. Y para ello sigue aplicando la máxima de su baloncesto: defensa, defensa y defensa. Sus 16 temporadas como entrenador y su pasado como jugador ACB, siempre en su región, son mimbres más que sólidos para alcanzar cotas importantes en el club coruñés. Experiencia y carisma unidos en este técnico, cuyo recorrido en los banquillos y en la pista es ya casi historia en Galicia.

¿Cómo arranca su pasión por el baloncesto?
En la familia no tuve a nadie que hubiera jugado a baloncesto. Me fui enganchando por el colegio, los Maristas de Lugo. En el patio había canastas, se organizaban equipos…y poco a poco te ibas enganchando.
Lugo fue su centro de operaciones desde el primer momento…
En Lugo el baloncesto era el primer deporte y el Breogán la referencia. Como niño los veía jugar porque iba con mi padre a los partidos. Recuerdo en el primer Breogán en la antigua Primera División a Alfredo Pérez y Alfredo Aguado. También venía algún jugador interesante que venía como José Luis Sagi-Vela, con el KAS Bilbao. La verdad es que me hacía mucha ilusión llegar algún día allí. Y lo conseguí y en el equipo de mi ciudad. 

Y con 1,78 fue capaz de jugar en la élite durante cinco años y en su tierra…
El nivel físico predominaba menos que ahora, aunque en mi época había muy buenos bases y españoles: Corbalán, Creus, Solozábal, Costa, Montero, Jofresa, Llorente, Laso… Tenían mucho talento y tuve la suerte de jugar contra todos ellos. Fueron unos años que los viví con mucha ilusión.
¿Cree que fue clave su experiencia como jugador en su actual ocupación en los banquillos?
Sí, porque sé cómo piensan los jugadores. Fui antes jugador que entrenador. Sé cómo llegaban los entrenadores, que querían… y por eso puedo entender ahora más a los jugadores. Sé cómo piensan, aunque quizás no tuve la misma formación teórica al no hacer el paso de segundo entrenador. Eso tiene cosas buenas y malas, pero creo que a los jugadores los entiendo mejor.

¿Cómo empezó su andadura como entrenador de baloncesto?
Empecé por circunstancias profesionales en el Celta Playas desde debajo de todo. Desde la categoría provincial ascendimos. He entrenado todas las categorías. Y siempre fui primer entrenador, lo que te da un bagaje distinto. Creo que está bien ser segundo entrenador para aprender así que procuré ver entrenamientos y la forma de trabajar de otros técnicos, en verano las selecciones… En Lugo siempre ha habido un buen nivel de entrenadores. El base siempre es un poco el entrenador en la cancha. Por eso siempre he hablado mucho con mis entrenadores cuando jugaba.

¿Qué técnico le influencia más inicialmente en su carrera?
El primer entrenador que mi impactó y que supuso un antes y un después en mi carrera fue José Antonio Figueroa. Fue en mi primer año jugando con el Breogán en ACB, en una temporada que acabamos sextos y nos clasificamos para jugar competición europea. Yo era un ‘rookie’ y él me enseñó muchas cosas. A mí y a todos. Cosas que no sabíamos, pequeños detalles. Nos marcó a todos. Luego también tuve a Pablo Casado… Pero Figueroa era muy meticuloso y te hacía mejor jugador en situaciones de ataque, de contraataque, situaciones defensivas… Te hacía pensar. A mí ahora me gustan los jugadores que piensan.

Sin duda se habrá fijado en muchos técnicos en todas las categorías que ha entrenado…
Por ejemplo estaba Andreu Casadevall, cuando yo entrenaba el Rosalía en LEB-2. Hablé con él y también veía entrenamientos de Salva Maldonado, con el que también compartí alguna conversación. Su baloncesto me gustó. No era muy americano, pero se fijaba en los detalles, en cosas importantes. Más adelante tuve contacto con Moncho López, al cual he visto muchas veces. Es muy metódico y una referencia para mí, además de ser gallego. Los entrenadores gallegos podemos tener un sitio en la Liga y me alegro que ahora estemos dos en la Oro (Lisardo Gómez). Por supuesto Andreu Casadevall sigue haciendo un gran trabajo, al igual que Salva, que hace un gran trabajo con los más jóvenes.

¿Qué bagaje ha recopilado tras entrenar en tantas Ligas, en masculino y femenino?
Hay entrenadores que están toda la vida en la ACB o en la Oro. Yo he tenido la suerte o no de estar en todas las categorías. Y siempre he estado en Galicia. Eso me ha dado una perspectiva amplia del baloncesto y el conocimiento de que cualquier método puede servir en Oro o en EBA. Puede servir en ambos. Lo que marca son los jugadores. Puedes entrenar bien o mal, pero los jugadores hacen al final que vaya bien. He tenido la suerte de conocer muchas pistas. Estoy muy contento porque ha sido una experiencia muy amplia y enriquecedora.

¿Cómo es el baloncesto ideal de Tito Díaz?
Me gusta empezar por la defensa. Debe haber una buena mentalidad defensiva y crear el concepto de equipo. Comportarse colectivamente como un equipo. Así lo he aplicado en todos los equipos que he entrenado. Un equipo se construye desde atrás. Si defienden juntos van a jugar en ataque más juntos, y por tanto habrá más equilibrio y más juego en equipo. Los jugadores deben poner el talento al servicio del grupo. Todos deben aportar y eso hace que el equipo sea sólido y menos previsible.

En situaciones de ataque se debe estar encontrando en Oro un montón de trampas tácticas…
Cada vez hay más ‘scouting’ y cada vez es más difícil atacar. No me gustan los ataques encorsetados. Me gusta dar bastante libertad en ataque, no en defensa. Si hay libertad es más complicado hacer el ‘scouting’ del ataque. Eso sí, me gusta ser estricto en defensa y en situaciones de rebote. En ataque, el jugar con libertad lógicamente tiene sus riesgos…. la anarquía en el juego. Y ahí está el reto del entrenador, conseguir el equilibrio. Jugar con fluidez pero sin pérdidas ni malos tiros.

¿Cómo valora su paso y formación por la Liga EBA?
La Liga EBA ha cambiado mucho. En mi primera época se subía directo a LEB, había la obligatoriedad de tener jugadores sub-23, un extranjero como mucho por equipo… Era una muy buena EBA, donde coincidí con entrenadores como Txus Vidorreta en La Palma o Ricard Casas. Son entrenadores que han llegado a ACB y han pasado por la EBA. Es un buen recorrido. Luego se transformó la categoría pero quién la juega, la juega muy en serio. Y a mí me gusta tomármelo en serio, recopilando toda la información posible, etc. Tengo muy buenos recuerdos porque había partidos muy bonitos. La EBA me marcó mucho y pasé muy buenos momentos. A los jugadores también les gustaba que las cosas se hicieran en serio.

 
¿Qué opina de las Ligas Adecco en cuanto a la formación de jóvenes?
Está el Barça B, Clínicas Rincón, el Lleida también tiene jugadores muy jóvenes, nuestro equipo también… Es una interesante mezcla de jugadores jóvenes y veteranos. Y en la Plata también. Es baloncesto en serio. Un paso previo a la ACB. Es una estancia que viene muy bien y además este año es una categoría súper igualada. También es una mezcla de entrenadores jóvenes y veteranos, que han estado en la ACB. Es una categoría necesaria e imprescindible para los jugadores y para formar entrenadores.

En su cúmulo de experiencias hay incluso una historia cinematográfica…
Fue una experiencia ‘agradabilísima’. Todo se daba bien, los resultados deportivos del equipo acompañaban… Fueron dos meses saliendo y conviviendo con actores muy conocidos como Antonio Resines o Charo López. Vivimos como era una película por dentro, las sesiones de rodaje, las peleas en el cine… Fue muy gratificante y algo para recordar.

¿Cómo lleva la experiencia de hacer de comentarista en la televisión gallega?
Está muy bien porque para un entrenador ir el domingo a ver un partido ACB me hace tomar distancia. Todas las sobrecargas son malas. Haciendo de comentarista tengo una visión más tranquila, con más calma… y me enriquece. Comenté durante dos años los partidos del Obradoiro y aún lo hago. Me ayudó mucho para estudiar, aprender, tener otro punto de vista… Te hace ampliar el campo. Los entrenadores somos entrenadores 24 horas. Y eso a veces no es bueno. Hay que evadirse y esto me ayuda. Me lo paso bien y lo sigo haciendo porque desconecto. Es otra liga y tengo otra perspectiva que me permite limpiar un poco la cabeza.

¿Qué principales diferencias se ha encontrado a la hora de dirigir chicos y chicas?
Creo que ellas son igual que ellos, profesionales y juegan al cien por cien. Se lo toman muy en serio, con ritmo e intensidad. A nivel táctico son también muy profesionales. En el aspecto psicológico sí que es diferente en cuanto a la forma de pensar. Las jugadoras se fijan más en lo que dices y tienes que tener cuidado con lo que dices. Te hace pensar más llevar chicas. Recuerdo una anécdota en una sesión de vídeo con la base del equipo, que era catalana. Tras repetir yo una y otra vez varias cosas, ella me dijo que ya lo sabían, que ya lo habían entendido y que no lo repitiera más porque no eran chicos…

¿Qué opina de los éxitos de las selecciones españolas cada verano?
Los éxitos de las selecciones nos están ayudando mucho a los entrenadores y al baloncesto. Si una selección triunfa es en parte al trabajo que se hace allí durante un mes y medio, y al trabajo que se ha hecho en los clubs. La Federación tiene la virtud de vender muy bien el producto baloncesto. Lo ha puesto a otro nivel. Funciona muy bien en cuanto a organización y método de trabajo y cada verano se puede ver con la gira de la selección. Pude ver entrenamientos de la sub-20 con Ricard Casas y Chechu Mulero y estuvo muy bien, me gustó mucho.

¿Qué objetivos se plantea esta temporada Leyma Natura Basquet Coruña?
Como equipo y club queremos consolidarnos en la Oro. Sería perfecto si lo conseguimos sin gastarnos más de lo presupuestado. Por eso hicimos una plantilla corta. Buscamos a la vez estabilidad deportiva pero también económica. No queremos gastar lo que no tenemos. Es nuestro segundo año en la Liga y cada año aprendes… Queremos disfrutar con lo que hacemos. Jugadores y afición. Tratar que el baloncesto sea una cosa agradable y de momento lo estamos consiguiendo. La gente en La Coruña está disfrutando y hay bastante conexión.

Currículum de Tito Díaz:
94/96  Celta Playas
97/98  Breogán (LEB Oro)
98/01  Inelga (EBA)
01/03  Marín Peixe Galego (EBA)
03/04  Rosalía (LEB-2)
05/07   Inelga (EBA)
07/08  Gestibérica Vigo (LEB Bronce)
08/11  Extrugasa (Liga Femenina y Liga Femenina-2)
13/14  A Coruña (Adecco Oro)