M2014: La gran familia del baloncesto
1/28/2012 - 11:49 AM
Fue seguramente una de las noches más bellas que ha vivido el baloncesto español con la gran familia de nuestro deporte unida por obra y gracia de la Copa del Mundo
MIGUEL PANADÉS
Las manos del logo empezaron ya a abrazar las miles de ilusiones que provoca el Mundial. Manos que acariciaron recuerdos de extraordinarios protagonistas de nuestro baloncesto del pasado, del presente… de siempre. Fue un maravilloso encuentro entre viejos amigos, entre excompañeros y rivales, entre leyendas de siempre presentes en la mente de todos. Ahí estaba en el gran Dino Meneghin, “mi ídolo” como confesaba un José Luis Sáez satisfecho por comprobar como, efectivamente, los sueños, si se persiguen, se convierten en realidad. Compartía el italiano recuerdos con otras dos leyendas del baloncesto mundial como Oscar Schmidt y Juan Antonio San Epifanio. Cuántos momentos inolvidables habían protagonizado en las pistas ese trío de estrellas y cuánta nostalgia nos invadía recordándolos, recordándonos, más jóvenes. Fue una gala exquisita por la elegancia, por el ritmo – gran tándem de Carlota Reig y Rafa Vidaurreta -, por la elección de las imágenes, de los mensajes. Pero más allá del escenario – preciosa puesta en escena a través de la danza del Logo de la Copa del Mundo– y de la emoción de los discursos, especialmente la que transmitió el presidente de la FEB, los momentos entrañables se repartieron entre las mesas de Sala Cibeles.
Nino Buscató y Vicente Ramos se fundían en un abrazo y junto a ellos Juanito Corbalán departía con Rafa Jofresa, con Jou Llorente… cinco bases, cinco maestros que bromeaban con aleros inolvidables como Vicente Paniagua, Josep María Margall, Jordi Villacampa, José Beirán, Manolito Aller… riendo todos entre las bromas de Fernando Romay quien compartía recuerdos con otro más joven, Juan Orenga. Me dejo algunos que andaban por allí disfrutando de los recuerdos como los inseparables Albertos, Herreros y Angulo, o José Montero, o Jaume Comas y pido perdón por lo no mencionados - ¡cómo pude no ver a… ¡ - porque uno, mirara hacia donde mirara se encontraba con una imagen asociada a un recuerdo de nuestro pasado - ¡Lavodrama también estaba! -, de nuestro presente.
Ahí andaba Pedro Ferrándiz y muy cerca Aíto García Reneses conversando con Lolo Sainz - ¡cuántos clásicos entre ambos! y por cierto pacto con el diablo y eterna juventud de los dos – mientras Pepe Laso mostraba el orgullo de padre con su hijo Pablo, también presente junto a realidades del momento como los “Sergios” Llull y Rodríguez, Carlos Suárez, Nicola Mirotic.... Jugadores, exjugadores, entrenadores que no son de ayer porque los entrenadores no dejan de ser lo nunca y entre ellos el maestro Pesquera debatiendo tácticas con el Director Deportivo Ángel Palmi o el presidente de la Asociación Juan María Gavaldá y como no, nuestro seleccionador Sergio Scariolo quien buscaba con la mirada a ver si localizaba a su mujer Blanca Ares, perdida entre los recuerdos compartiendo conversación con Anna Junyent, Rosi Sánchez, Elisa Aguilar… y por ahí vimos a una Amaya Valdemoro recuperada, luciendo sonrisa y optimismo.
Protagonistas de la pista y de los banquillos y mucha ironía recordando anécdotas metidos de lleno en apasionados debates sobre lo que fue y lo que debería ser… Noche de nostalgias, noche de emociones fuertes e intensas. Una Copa del Mundo y un precioso Logo que abraza ya a todo el baloncesto español y que sin duda lo impulsará hacia lo más alto, hacia ese mundo de sueños que nuestro deporte se empeña continuamente en convertirlos en realidad.