Quique Peinado (‘Gigantes’) Para empezar, 20-2. Con este marcador parcial quedaría resumido el partido, pero entonces sólo podríamos hablar de la inmensa superioridad de la Selección sobre China, y estos partidos no tratan de eso. Van de quedarse con las sensaciones que empieza a transmitir la Selección más ilusionante de los últimos 20 años, y éstas son inmejorables. Aunque el rival no dio para mucho, España mostró las líneas maestras del sello de Pepu. Y se mostró como un equipo en toda la extensión de la palabra. Si los chinos sueñan esta noche, lo harán con españoles de mil brazos interponiéndose en la línea de pase. Con españoles corriendo a toda velocidad tras coger el rebote defensivo sin importar quién subía la bola. Con españoles que forman un equipo en el que botar el balón es casi un pecado, ya que se trata de pasarlo y moverlo con tal fluidez que el rival ni lo vea. Con españoles mostrando, aun en su primer partido juntos este verano, una riqueza táctica defensiva espectacular. España fue un continuo jugar al baloncesto de cinco jugadores que parecían uno. Y así, la débil China estaba condenada a la humillación. El marcador se dispara 20-2 (minuto siete), 54-23 (minuto 22), 73-35 (minuto 29), 92-49 (minuto 38)… hasta acabar con la máxima al terminar el partido. El resultado no tenía más incertidumbre que ver cuántos les caían a los chinos, toda vez que Cabezas -partidazo el del marbellí, dirigiendo y ahogando a China con su defensa- salía a la pista para empezar el segundo cuarto, completando los 12 jugadores con algún minuto en el parquet. El equipo de Jonas Kazlauskas hizo de buen sparring intentando alguna alternativa defensiva en la segunda parte (zona 2-3, incluso una 1-3-1, que España se merendó sin dificultad). Con el reparto de minutos por momentos bajó la intensidad, pero poco. Destacaron un Felipe inquebrantable, la muñeca infalible de Garbajosa y Pau, que “sin querer” fue segundo de valoración en el equipo tras el cordobés. Pero, por encima de ellos, destacó el equipo. El primer paso de la preparación está dado. Y parece difícil pensar que este equipo pueda tener mejor pinta.