GENTE - ARTÍCULO
"Lección a la japonesa" por Robert Álvarez (EL PAÍS)
10/9/2006 - 2:57 PM
Artículo del periodista Robert Álvarez (El País) sobre la victoria de la selección española en el Mundial de Japón publicado en el último número de la revista Basket FEB.
Pau Gasol tendrá que apechugar, con la lesión y con el cabreo de los directivos de los Memphis de Grizzlies, su equipo en la NBA, después de su periplo triunfal con la selección en el Mundial de Japón. Navarro apenas pudo disfrutar de un día de fiesta desde que concluyeron los festejos con la selección hasta que se incorporó a los entrenamientos del Winterthur Barcelona. Y como él, prácticamente todos los jugadores de la selección. Lo más cómodo para muchas figuras que se ganan muy bien la vida en sus clubes es gozar de descanso durante el verano y olvidarse de los compromisos y obligaciones que emanan de alistarse en la selección.
Pero no es este el caso de prácticamente la totalidad de los jugadores españoles. Se mueren de ganas por ser convocados para el equipo de Pepu Hernández. Están deseando volver a verse con sus compañeros. Pau tiene mucho que ver en ese deseo común de esforzarse por un objetivo. Otras figuras no comparten ese deseo. En otras selecciones no se respira el ambiente que tan fundamental ha sido en el triunfo de España en el Mundial. Resulta ilustrativo el contenido de una carta hecha pública por la federación serbia el pasado mes de junio ante la serie de renuncias de varios jugadores a entrar en la convocatoria del seleccionador Dragan Sakota. "¿Qué ha pasado en la cabeza de los jóvenes jugadores que no perciben la importancia de jugar con la selección nacional cuando ven a otras estrellas disputar el torneo? ¿Es posible que no se den cuenta del gran privilegio que tienen de hacer feliz a su país? ¿Es posible que saluden y hablen con la cabeza a estrellas como Nowitzki y Pau Gasol, jugadores que, pese a ser grandes nombres en el baloncesto, juegan con sus países sin plantearse otra cosa?".
Si la selección española, o cualquier otra selección, tiene algún sentido es el que le confieren millones de aficionados pero si ese sentimiento no es plenamente entendido por los jugadores que la componen difícilmente puede llegar a formar un equipo. Y sin ese sentido de equipo, de solidaridad en el esfuerzo y de lucha por unos objetivos comunes al que los jugadores españoles han añadido un factor lúdico que completa el cóctel, hubiera resultado imposible ganar el Mundial. Es seguro que no siempre se va a ganar, pero con esos ingredientes difícilmente haya aficionado que no esté orgulloso de la selección de Pau y compañía. Esa fue la mejor lección que se extrajo de Japón. Sayonara.