EUROPEO DE SERBIA: SERBIA 70 - ESPAÑA 89
Apoteósica España
9/17/2005 - 12:19 AM
En toda Serbia sólo se pensaba en un camino plácido hacia el oro, pero se encontró en su debut con uno de los favoritos: España. Los de Mario Pesquera, con una defensa implacable y cambiante, ofuscaron a los serbios hasta desesperarlos y, liderados por Juan Carlos Navarro, escribieron una página brillante en este Europeo.
Raúl Barrigón - Gigantes. Desde la primera posesión, los ocho mil aficionados serbios supieron la dificultad que entrañaba doblegar a España. Navarro acalló a Serbia con cinco canastas sin fallo y la defensa de anticipación española bloqueaba el ataque local. Ni la temprana segunda falta de Carlos Jiménez alteró el plan de Mario Pesquera, que obligó a los de Zeljko Obradovic a llegar hasta el corazón de la zona para conseguir la canasta (13-21 al final del primer asalto).
Serbia no encontraba la solución para ejecutar un ataque fluido mientras Obradovic no se decidía a revolucionar el quinteto. Cuando consiguió anotar al contraataque gracias a la entrada de Rakocevic, la excelsa circulación de balón de los españoles y su agresividad de cara al aro impidió cualquier intento de enjugar una creciente diferencia (26-38). Navarro podía con Gurovic y, como Calderón y Rudy, se imponía con claridad en el uno contra uno (30-43 antes del descanso).
En el tercer cuarto, pese a los esfuerzos de un gran Rakocevic (el único que escapaba al estupor general serbio), España continuó con su particular rodillo en defensa. La bola caía en las manos adecuadas en cada posesión: Calde, Navarro, Felipe, Rudy… Impresionante la confianza de todos ellos. Por su parte Garbajosa, siempre acertado en su lectura del juego, se centró en hacer que las piezas encajasen con una labor oscura y efectiva (56-70, minuto 30).
En el último cuarto Obradovic se acordó de Radmanovic y Bodiroga, pero ya fue demasiado tarde: Iñaki De Miguel dio el toque de experiencia y Calderón remató una tremenda lección de baloncesto ante otro NBA, Marko Jaric. Vítores del público de Serbia y pitada a los suyos. El colofón a una noche que puede marcar el destino de la selección en Serbia.