En un Europeo hay pocos partidos fáciles, por lo que el cruce de octavos ante un país de gran tradición como es la República Checa tenía sus dificultades. Por eso el 30-15 del primer cuarto era una buena noticia. Significaba minimizar las esperanzas del rival y no sembrar dudas en el juego después de algún problema de salud en el día de descanso.

Aday Mara siguió siendo el jugador diferencial del equipo, pero apareció Rubén Vicente como un arma ofensiva muy fiable desde los 6.75. Y España alcanzó la máxima (22 puntos) al final del tercer cuarto (67-45).  La victoria estaba ya asegurada y Javi Zamora pudo repartir minutos de juego (sólo se quedó sin jugar Lucas Mari).

Aday Mara y Hugo González estuvieron menos de 15 minutos en pista, pero España demostró tener un banquillo amplio. Buen encuentro de Rubén Vicente (11 puntos), David Barberá (8) o Mario Saint-Supery (9).

El siguiente paso en el ‘bracket’ será Turquía, segunda en el Grupo B tras Alemania, y que llega tras derrotar a Lituania, una de las selecciones que llegaba a Serbia con aspiraciones de medalla y que tendrá que conformarse con la lucha por la novena plaza.