En 1965, el Real Madrid, de la mano de Raimundo Saporta, organizó un torneo internacional en las fechas navideñas, en las que no estaban programas competiciones oficiales. Y lo que empezó siendo un simple torneo se convirtió en apenas un par de ediciones en una de las grandes referencias del calendario anual del baloncesto español. Concebido como un torneo cuadrangular, la final se jugaba siempre el 25 de diciembre.

Tal fue el éxito que, de hecho, fue el origen de la posterior Copa Intercontinental de la FIBA. Y el enorme prestigio internacional alcanzado por el torneo, que contó con el patrocinio de la firma Philips y otras más en lo sucesivo, le permitió invitar en 1971 a uno de los mejores equipos del momento, el de la universidad de North Carolina. En el equipo que acudió aquellas navidades a Madrid figuraban los posteriormente legendarios Bob McAdoo y Bobby Jones…y un joven base de nombre George Karl. Además, claro, de su no menos legendario entrenador: Dean Smith.

Los estadounidenses se llevaron el título gracias a su victoria en la última jornada sobre el Real Madrid (77-83), en el que muchos consideran que fue el mejor partido de la larga historia del torneo. En aquella edición participaron también el Joventut de Badalona y la Unión Española de Chile.

Tras el éxito de su presencia en el torneo, North Carolina repitió participación tres años después, pero en aquella ocasión ya no se pudo llevar el título.

A partir de 1981, el torneo pasó a denominarse Trofeo Raimundo Saporta, y desde 1989 Trofeo Raimundo Saporta-Memorial Fernando Martín. Sin embargo, con el paso de los años y el cada vez más condensado calendario de competiciones, el Torneo de Navidad fue perdiendo presencia y nivel. Su última edición propiamente dicha se disputó en 2006, ya en formato de partido único, como las cuatro anteriores.

Pero aún hoy sigue siendo uno de los hitos más recordados de la historia del baloncesto español del siglo XX.