La temporada 1986-87 vivió otro de los grandes hitos de la historia del baloncesto: el de ver por primera vez a un jugador español en la NBA. Los laureles fueron para el añorado Fernando Martín, quien tras haber sido elegido en al draft de 1985 y disputar con España en Mundial de 1986, aceptó el reto de incorporarse a la plantilla de los Portland Trail Blazers en una época en la que, además de un reto, era una heroicidad.

Debutó el 31 de octubre de aquel año, frente a los Seattle Supersonics. Sus primeros minutos en un partido de NBA supusieron todo un hito para nuestro baloncesto, que trascendió cualquier generación. Instantáneamente se transformó en el pionero con la camiseta en la que lució el número 10 que le había hecho grande en el baloncesto español y europeo.

En materia de estadísticas, su paso por la NBA fue poco más que testimonial. Participó en sólo 23 partidos de los que disputó el equipo que dirigía Mike Schuler, en los que registró unas medias de 6,1 minutos, 0,9 puntos, y 0,8 rebotes por encuentro. Pero sus números fueron lo de menos: ya había hecho historia con sólo estar allí. “He venido aquí para aprender y cada rebote que cojo es un triunfo”, aseguró tras sus primeras semanas en Portland.

Fernando Martín se fue a la NBA semanas después de la celebración en España de uno de los Mundiales más exitosos de la historia hasta aquel momento. Se repartió por siete ciudades: Zaragoza, Málaga, Santa Cruz de Tenerife, Ferrol, Barcelona, Oviedo y Madrid.

Y un año después regresó al Real Madrid. Tristemente su carrera y su vida se iban a ver trucadas en diciembre de 1989, cuando falleció a consecuencia de un gravísimo accidente de circulación un domingo cuando se dirigía a un partido de Liga del Real Madrid en el Palacio de los Deportes.