De vuelta a la que fuera su puerta de entrada a la Liga LEB Oro diez años atrás, el austriaco Thomas Schreiner ha protagonizado este verano uno de los fichajes más “románticos” de la competición. Todo un hombre de equipo cuya experiencia en la categoría podría llegar a ser el principal engranaje de un MoraBanc Andorra dispuesto a reeditar su historia conjunta.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Corría la temporada 2012/13 cuando Francesc Solana apuntalaba el primer proyecto de su MoraBanc Andorra en la Liga LEB Oro con la unión de dos jugadores de procedencia austriaca y, en ambos casos, desconocidos para el aficionado.
El primero de ellos el joven escolta Anton Maresch quien había llegado al equipo un año antes y el segundo, un Thomas Schreiner que a sus 25 años se disponía a vivir su primera aventura lejos del baloncesto austriaco. Una pieza que terminó por convertirse en uno de los fichajes más rentables de una institución en la que permaneció hasta cinco temporadas convirtiendo así su corazón en tricolor.
Por ello resulta realmente sencillo el comprender que, a estas alturas de su carrera, Thomas haya decidido poner de nuevo rumbo a un país sin el que no hubiera sido el mismo. Un lugar en el que la presión del ascenso caminará de su mano en el día a día y en el que su experiencia será determinante para poder guiar al vestuario.
Porque no todos los días tiene uno la posibilidad de incorporar a un jugador de la talla de un Thomas Schreiner que marcará diferencias tanto dentro como fuera de la pista.
Thomas Schreiner: “Cuando es tu gente la que te llama, el corazón decide por ti”
Llegó apenas unos días atrás y lo hizo con algunas jornadas de adelanto respecto a la fecha de inicio de la pretemporada, pero no era para menos. Porque Thomas Schreiner se iba a reencontrar junto a su familia con uno de los lugares más especiales de su carrera, una Andorra La Vella que dejó atrás en 2017 y a la que regresa ahora convertido en un jugador mucho más maduro. Una situación que explica por sí sola la sonrisa con la que este base austriaco nos recibía en la tarde del jueves…
Thomas, quién nos iba a decir que este año te íbamos a ver de nuevo rumbo a Andorra…
“Si te soy sincero, creo que es algo que ni yo mismo me hubiera podido imaginar tan solo unas pocas semanas atrás… Acabé la temporada muy centrado en poder ganar el mayor número de partidos posible con el ICG Força Lleida y en poder llegar lejos en la Final Four y, cuando esta terminó, no pensaba mucho más allá de poder descansar unos días. Pronto surgió la posibilidad de venir de nuevo a Andorra y para mi fue una decisión muy difícil, pero a su vez muy sencilla. Difícil porque suponía el dejar atrás un lugar como Lleida en el que me habían tratado realmente bien, pero sencilla porque cuando es tu gente te llama, el corazón no tiene dudas a la hora de decidir”.
¿Cómo surge la posibilidad de regresar? ¿De boca de quién te llega la noticia?
“El primero que me llama es Francesc Solana y es él quien me transmite el cariño del club y el interés que tienen en que pueda regresar. A continuación, el presidente Gorka Aixàs me hizo una nueva llamada para ver cómo podían ayudarme a tomar la decisión y qué podría necesitar para sentirme cómodo con ella. Con ese tipo de detalles te das cuenta de que el club te quiere, que te respeta y que su deseo de que vueltas es sincero. Sientes que son tu gente y que, por tanto, no hay motivo alguno para no poder volver aquí”.
Más que una cuestión de proyecto o de dinero, fue una decisión sentimental…
“Sin ninguna duda, porque Andorra siempre ha sido un lugar muy especial para mí. Ellos me dieron la primera oportunidad de jugar en una Liga como la LEB Oro hace diez años y eso me permitió el poder crecer como jugador junto a ellos. Así que, siempre les he estado muy agradecidos. Juntos construimos un proyecto, juntos logramos el ascenso, juntos jugamos una Copa del Rey, juntos jugamos unos Playoffs… Por eso sentía que, si necesitaban mi ayuda en este momento, yo no podía negársela”.
¿En qué ha cambiado el Thomas Schreiner del 2012 del que vamos a poder ver en este 2022?
“En muchas cosas porque han pasado diez años y ese es un periodo de tiempo que te marca mucho en lo personal. Por aquel entonces era un chico de apenas 25 años y que llegaba con ganas de poder comerse un mundo del que no conocía mucho. Ahora no es que lo conozca tampoco mucho (risas), pero soy una persona más madura, con una familia y una hija lo que hace que tu vida cambie mucho. Sobre la pista, te diría que no he cambiado tanto. Evidentemente, tengo mucha más experiencia que cuando llegué aquí, pero sigo siendo ese jugador para el que su prioridad no es otra que el poder ayudar a sus compañeros a ganar los partidos. Siempre he sido un jugador de equipo y eso ha sido así independientemente de los años”.
Burgos, Bilbao, Austria, Lleida… ¡Cinco años muy intensos desde que dejaste el Principado!
“Sin duda, porque además guardo recuerdos realmente especiales de cada uno de esos sitios y eso hará que con el tiempo no me olvide de ninguno de ellos. En Burgos conocí a la que hoy es mi mujer, en Bilbao disfruté de una ciudad y una afición maravillosas que me acogieron realmente bien, en Austria volví a disfrutar de mi hogar y en Lleida me encontré con el momento más bonito con el nacimiento de mi hija Naomi en una temporada histórica. Han sido cinco años a lo largo del mundo, pero en los que me he ido enriqueciendo como persona antes de poder volver a Andorra un poco más mayor”.
Conocías el país, la liga, el club, pero no a Natxo Lezkano. ¿Qué impresiones te transmisión el nuevo técnico en vuestro primer contacto?
“Así es. Hasta ahora no habíamos coincidido en ningún equipo, pero sí que nos conocíamos de habernos enfrentado en muchas ocasiones durante todos estos años. Él me planteo el tipo de proyecto que tenía en la cabeza y me ofreció un roll diferente al que había tenido durante estas últimas temporadas, pero yo tenía muy claro que quería volver aquí y que para ello me iba a adaptara cualquier tipo de roll que el entrenador me pudiera pedir. Creo que puedo ser un jugador importante a la hora de ayudar al equipo, de aportar en el vestuario y de aprovechar al máximo cada uno de los minutos que tenga sobre la pista, sean 5 o 20. Siempre estoy preparado para dar lo mejor de mí y en esta ocasión no va a ser una excepción”.
De titular en un ICG Força Lleida en el que tuviste que asumir muchos minutos, a la competencia de un MoraBanc Andorra en el que tendrás que luchar por ellos con Rafa Luz y Micah Speight… ¿cómo se lleva eso?
“Con mucha tranquilidad porque eso quiere decir que tenemos una plantilla larga para poder optar a los objetivos. Aquí ninguno llegamos pensando en los minutos o en el protagonismo que vamos a tener, sino en poder dar lo mejor de nosotros al equipo para poder ganar el mayor número de partidos posibles. Creo que tenemos un equipo muy equilibrado, con mucha gente que pueda aportar cosas y en el que habrá oportunidades para todos”.
Eso sí, el club ha dejado claro desde el principio que el objetivo será el poder optar al ascenso…
“Exacto, pero para eso tendremos que ganar muchos partidos y, para hacerlo, tendremos que ir paso a paso. Creo que en la cabeza de todos está el poder volver a la ACB, pero en esta Liga no se sube en diciembre, sino que tienes que empezar haciendo un buen trabajo desde la pretemporada para llegar el inicio de Liga en la mejor forma posible. A partir de ahí, son muchos los factores que entran en juego como las dinámicas, los rivales, las lesiones… Es un camino largo por lo que no debemos pensar en mucho más allá de lo que tengamos delante en cada momento”.
Se os ha señalado tanto desde fuera como principal candidato al ascenso que quizá no se haya valorado lo suficiente el que podamos estar ante una de las ediciones más duras de la Liga en años…
“Yo estoy plenamente convencido de ello. Creo que el nivel de esta LEB Oro va a ser realmente alto y que no va a haber partidos fáciles. Sobre el papel, las plantillas nos hacen ver que nos vamos a encontrar con equipos realmente fuertes y que cada una de ellas nos va a exigir un gran esfuerzo para poder ganar. Va a ser una competición muy bonita de ver para los aficionados, pero realmente dura para los técnicos y jugadores”.
Esas palabras… ¡Huelen a la veteranía de alguien que aprendió mucho de la LEB Oro entre 2012 y 2014!
“Bueno, creo que esos dos primeros años en la LEB Oro fueron muy valiosos para el club y que ahora pueden ser una buena base a la hora de afrontar la nueva temporada. El primer año veníamos de ascender desde la LEB Plata, éramos un equipo muy joven y no estábamos en ninguna quiniela pero, aun así, nos quedamos a las puertas del ascenso. Esa temporada nos enseñó a poner en valor las cosas que habíamos hecho bien y a aprender sobre aquellas otras cosas que no habían sido tan positivas. Esa fue la clave para volver a intentarlo con éxito al año siguiente. Ahora el camino es similar, aunque sabemos que nos va a acompañar una cierta presión porque el ascenso ya no es una meta sino más bien una necesidad al haber sido un equipo que ya ha estado arriba y que ha descendido. Tendremos que aprender a convivir con ella para que no nos afecte en el día adía y para que termine siendo más bien una motivación hacia un objetivo que a todos nos hace una especial ilusión”.
En estos primeros días en Andorra, ¿notas de nuevo el calor de la gente?
“Sí. Desde el primer día me he ido encontrando con aficionados que me paran por la calle o en las tiendas para transmitirte su cariño. Me trasladan su alegría porque haya vuelto al proyecto y me hacen ver que tienen mucha ilusión porque podamos intentarlo de nuevo. Ellos me están haciendo sentir ya como en casa así que, por ellos, vamos a intentarlo de nuevo”.
De algún modo, aquel primer equipo en LEB fue también el culpable de que Andorra recuperara esa pasión por el baloncesto que sientes ahora en sus calles…
“Claro, porque nosotros éramos un equipo humilde, que venía de la LEB Plata y con el que nadie contaba… Si miras ahora a aquella plantilla, puedes pensar que era un equipazo, pero por aquel entonces, éramos un equipo muy joven al que venían a ver apenas 500 personas. Con el paso de los meses nos fuimos ganando el cariño de la gente, cada vez venían más aficionados a vernos y en aquella primera final de Liga contra el Lucentum Alicante logramos llenar el pabellón. Ese fue el principio de todo y la clave para que Andorra recuperara esa ilusión por el baloncesto que siempre hubo en el país”.
¿Y Thomas Schreiner? ¿Qué le pide al baloncesto de cara a esta nueva etapa?
“Pues como te decía antes, yo siempre he sido un jugador que ha intentado darlo todo por el equipo. Poco a poco los años van pasando, pero creo que ahora es momento de disfrutar sobre la pista, de ayudar al equipo a ganar y que dentro de unos meses sea nuestro trabajo el que nos lleve a un sitio u otro. No pienso mucho más allá o en lo que podría llegar a pasar en un tiempo concreto, sino en lo que nos depare cada momento. Pero como digo, disfrutando siempre del baloncesto”.
Estadísticas de la temporada - Thomas Schreiner:
FICHA COMPLETA
Partidos jugados: 39
Minutos: 28,11
Puntos: 7,1
Rebotes: 3,3
Asistencias: 4,5
Recuperaciones: 1,1
Tapones: ---
Faltas recibidas: 1,7
Valoración: 10,2
Trayectoria deportiva - Thomas Schreiner:
Categorías Inferiores: Chin Min Dragons UBC St. Pölten (Austria)
2004/06: Chin Min Dragons UBC St. Pölten (Austria)
2006/07: BSC Raiffeisen PanthersFürstenfeld (Austria)
2007/11: Chin Min Dragons UBC St. Pölten (Austria)
2011/12: ECE Bulls Kapfenberg (Austria)
2012/14: River Andorra MoraBanc (LEB Oro)
2014/17: MoraBanc Andorra (Liga Endesa)
2017/18: San Pablo Burgos (Liga Endesa)
2018/19: RETAbet Bilbao Basket (LEB Oro)
2019/20: RETAbet Bilbao Basket (Liga Endesa)
2020/21: ECE Bulls Kapfenberg (Austria)
2021/22: ICG Força Lleida (LEB Oro)
2022/23: MoraBanc Andorra (LEB Oro)