Cuando esta noche el reloj marque las 12 y Pedro Rivero levante su copa para despedir el año, un escalofrío recorrerá a buen seguro su cuerpo ante todo lo vivido en un 2020 que será recordado como el mejor año natural en la historia de su HLA Alicante. Doce meses en los que el ex jugador segoviano se ha consagrado como entrenador firmando un 95% de victorias con las que meter a su equipo de lleno en la lucha por el ascenso a la Liga Endesa.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Siete años. Tan sólo siete años han transcurrido desde que la ciudad de Alicante recibiera el mayor mazazo de su historia con la disolución del que había sido hasta la fecha uno de los principales referentes deportivos de la ciudad, el Lucentum Alicante.
Un descenso a los infiernos que llegaba apenas un puñado de días después de haber podido tocar por última vez el cielo con las manos a través de un ascenso a la Liga Endesa que ejerció como el principio del fin de la entidad alicantina.
A partir de ese momento, la historia del baloncesto en la ciudad es de sobra conocida por todos, con el renacer de la pelota naranja a través de la pasión de un grupo de enamorados de su ciudad y que, por aquel entonces, no hubieran podido ni siquiera imaginar lo que estaba por llegar.
Porque el caprichoso destino ha querido saldar cuentas pendientes con la ciudad de Alicante impulsando año tras año el proyecto de una Fundación Lucentun que ha necesitado poco más de un lustro para poder regresar a la Liga LEB Oro. Una competición desde la que se había despedido el anterior proyecto y que, en esta ocasión, tiene un gran culpable tras de sí, el técnico Pedro Rivero.
¡La culpa es de Pedro Rivero!
No resulta ni mucho menos sencillo eso de ser el principal responsable de un banquillo, especialmente cuando la fortuna no acompaña o cuando los resultados deportivos no transcurren por los cauces esperados. Una situación que, a la inversa no suele resultar tan agradecida con los técnicos salvo por excepciones como la acontecida en este 2020 sobre la cancha del Pabellón Pedro Ferrándiz.
Porque, sobre su pista, el HLA Alicante se ha convertido en uno de los conjuntos más potentes del baloncesto nacional, un equipo que ha dejado escapar tan sólo un encuentro en el año natural y que ha contado por victorias el 95% de sus partidos.
Así, el equipo dirigido por Pedro Rivero ha sido capaz de conquistar 18 triunfos que bien pudieron verse incrementados si no hubiera sido por la cancelación del pasado curso con motivo de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19. Una campaña de debut en la categoría y en la que su equipo marchaba en puestos de Playoffs. La mejor semilla posible a la hora de poder intentarlo de nuevo durante el presente curso.
Porque si algo quedó claro en el tramo final de la 2019/20 fue la fiabilidad de un equipo capaz de competir en cada encuentro y al que su técnico había dotado de una identidad propia con una serie de factores innegociables como el sacrificio defensivo o la generosidad en ataque. Factores que han hecho del grupo uno de los más fuertes de una categoría en la que se han coronado en esta ocasión como campeones de invierno ganándose así el derecho a luchar por su primer título oficial el próximo 22 de enero.
Una Copa Princesa de Asturias que les llevará a hacer historia en Lugo independientemente del resultado y en la que no nos pillaremos los dedos al asegurar que, el equipo de Pedro Rivero, contará con opciones de victoria hasta el mismísimo bocinazo final.
Antuña: “Es un líder silencioso que ha sabido ganarse el respeto de sus jugadores desde el día a día”
Pero, ¿cómo ha podido lograr Pedro Rivero una adaptación tan sumamente rápida y exitosa desde las pistas a unos banquillos en los que cuenta ya con un ascenso y una final de Copa a sus espaldas?
La respuesta la podemos encontrar entre su cuerpo técnico, un equipo de trabajo que comenzó su andadura junto a él durante su etapa como jugador y que pasó a estar a sus órdenes dos años atrás una vez anunciada su retirada.
Un camino que su ayudante, Alberto Antuña, explica desde la más absoluta naturalidad que ha acompañado siempre al hoy técnico segoviano: “Desde su etapa como jugador se veía ya en él ese don especial que tan solo tienen los buenos entrenadores. Su carrera como jugador ha sido muy extensa, pero en ella siempre ha sido un líder para sus diferentes equipos por lo que el salto ha sido mucho más escalonado para él de lo que pueda parecer desde fuera”.
Porque tal y como explica Antuña, el preparador del HLA Alicante ha sido capaz de minimizar el proceso de adaptación gracias a su carácter: “Ha sabido trasladar muy bien esa capacidad que tenía ya sobre las pistas para saber dirigir, para liderar grupos y para tratar de anticiparse en todo momento a lo que puede necesitar el equipo y eso es algo muy valioso cuando estás comenzando una carrera como técnico. Estamos hablando de un entrenador que siempre va de cara y que sabe ganarse el respeto de sus jugadores desde el día a día, sin necesidad de recurrir a un fuerte carácter o a la tiranía. Con esto consigue que cada jugador asuma a la perfección su rol contando en todo momento con su respaldo para poder luchar por todo aquello que les proponga”.
Palabras que ayudan a entender lo conseguido desde el seno de un vestuario comprometido con su técnico: “Si hay algo en lo que todos coincidimos es en que hay que valorar muy positivamente lo que Pedro ha hecho ya que ha conseguido mucho y en muy poco tiempo. Estamos hablando de una persona que en lo que dura un verano cambia el chip de jugador a técnico, que debuta en la LEB Plata logrando el récord de victorias consecutivas de la Liga para terminar ascendiendo de categoría y que, en su primer año en LEB Oro, logra meter al equipo en puestos de Playoffs. Resultaría complicado el poder pensar en que se pueda conseguir más cosas en poco más de año y medio así que creo que ese es su mejor aval como técnico”.
Un camino redondeado en el tramo final de un 2020 en el que no ha dejado de cosechar éxitos a su palmarés personal: “Este año era muy complicado porque el equipo perdía a un Bamba Fall que había sido su MVP y porque los segundos años siempre son más complicados al desaparecer el factor sorpresa. Pese a ello, hemos vuelto a formar un gran grupo, demostrando que en Alicante tenemos mentalidad ganadora independientemente de si hay que luchar por las victorias con jóvenes o con veteranos. Y eso es lo que explica nuestro gran momento de forma y que en 2021 vayamos a poder seguir soñando con nuevos retos”.
Estadísticas de la temporada - HLA Alicante:
Partidos jugados: 10
Victorias 9 (90%)
Derrotas: 1 (10%)
Puntos anotados: 836 / 83,6 p.p.
Puntos recibidos: 715 / 71,5 p.p.
Rebotes: 322 / 32,2 p.p.
Asistencias: 159 / 15,9 p.p.
Recuperaciones: 77 / 7,7 p.p.
Tapones: 8 / 0,8 p.p.
Faltas recibidas: 215 / 21,5 p.p.
Valoración: 950 / 95 p.p.
Trayectoria deportiva - Pedro Rivero:
Categorías Inferiores: CB Claret
1995/97: CB Claret (Junior)
1997/99: Bto. Ferroser Ponferrada (Liga EBA)
1999/00: Real Madrid (Liga EBA)
2000/01: Universidad Complutense (LEB Plata)
2001/02: Aguas de Valencia Gandía (LEB Plata)
2002/03: Cantabria Lobos (LEB Oro)
2003/04: Cáceres Destino Turístico (LEB Oro)
2004/05: Baloncesto León (LEB Oro)
2005/06: Tenerife Rural (Liga Endesa)
2006/08: Villa de Los Barrios (LEB Oro)
2008/09: Cajasol Sevilla (Liga Endesa)
2009/10: CAI Zaragoza (LEB Oro)
2010/11: CB Murcia (LEB Oro)
2011/12: UCAM Murcia (Liga Endesa)
2012/13: Lucentum Alicante (LEB Oro)
2013/15: Club Ourense Baloncesto (LEB Oro)
2016/17: Melilla Baloncesto (LEB Oro)
2017/18: HLA Alicante (LEB Plata)
Trayectoria como técnico - Pedro Rivero:
2018/19: HLA Alicante (LEB Plata)
2019/21: HLA Alicante (LEB Oro)