MIGUEL PANADÉS

Explicaba Pablo Laso que en sus últimos años como jugador su mente empezaba ya a funcionar como entrenador. Explica Germán Gabriel que haber hecho el Curso Superior siendo jugador en activo le ayuda todavía hoy a prolongar su carrera en la pista desde un conocimiento mayor del juego. Le cuento esas reflexiones a un ilusionado Roger Grimau que confiesa sentirse todavía mucho más identificado con la figura del jugador que del entrenador y que desconoce qué le deparará el futuro cuando decida, más adelante y sin todavía marcarse una fecha, colgar las botas. “No sé si en el futuro serte entrenador de baloncesto pero sí sé que me ilusiona afrontar el reto del Curso Superior. Amigos, compañeros, entrenadores me han hablado muy bien de esta experiencia y quiero vivirla. Me han explicado que es duro, muy duro y exigente pero que es interesante para adentrarse en un mundo y en una forma de ver el baloncesto que no es la que hemos vivido como jugadores. En todo caso creo que es un título que vale la pena tener por lo que te pueda deparar el futuro”.

Hablamos con Roger Grimau, el que fue en su día capitán de un Barcelona ganador de ligas, de Copas del Rey, de Euroligas, con un jugador que contempla su pasado reciente con orgullo y su presente con máximo respeto y satisfacción. Durante muchos años jugó por ganar títulos y ahora juega por intentar salvar la categoría y eso le permite ver el baloncesto desde una perspectiva muy sabia, muy experta. “Puedo decir que he tocado todos los palos en el baloncesto, tanto a nivel de equipos como de roles como jugador. Y aunque evidentemente a todos nos gustaría estar siempre en lo más alto, me siento un afortunado por vivir todas estas experiencias, por conocer el baloncesto desde diferentes perspectivas”. Habla desde el conocimiento y desde una humildad y autenticidad que siempre le han caracterizado, tanto cuando ha estado en lo más alto como cuando ha bajado el nivel de los equipos en los que ha participado. “Tan difícil es jugar con la obligación por ganar como hacerlo con la presión por no perder. El jugador siempre tiene que estar preparado para afrontar retos que nunca son fáciles. Ahora me siento feliz jugando en el Manresa y afrontando ese desafío que es tener que salvar la categoría en una liga tan dura como es la Liga Endesa. Un jugador, como un entrenador, ha de saber siempre cual es su objetivo allá donde esté y aceptarlo con la mejor predisposición”.

Lecciones desde la pista, desde la experiencia, desde el haber pisado parquet de élite, de haber compartido vestuario con estrellas, de haber defendido a los mejores. Sin duda, la presencia de Roger Grimau, como el verano pasado la de Ferrán Martínez o Audie Norris, como la de años anteriores tantos otros jugadores de élite, enriquecerán aún más los debates, las reflexiones que se darán durante el Curso Superior.