RUTA Ñ13 - REFLEXIONES
REFLEXIONES: Automatismos adquiridos
8/30/2013 - 12:22 AM
Muchas sesiones de entrenamiento durante un mes de preparación y ocho partidos de la RutaÑ han conseguido como resultado final que la Selección adquiera ese aspecto sólido y consistente necesario para afrontar con ambiciones máximas los futuros retos.
MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
La genialidad individual resuelve problemas colectivos pero está siempre integrada en la armonía del grupo. Como en las obras de teatro, la brillante y singular interpretación de los actores hace creer al espectador que esa naturalidad lleva implícitas grandes dosis de improvisación y sin embargo incluso ese espacio para la creatividad “fuera de guión” está perfectamente definido en los ensayos. Los jugadores de la Selección que dirige Orenga llegan al Eurobasket con un estilo de juego bien definido y, lo más importante, con el que se encuentran cómodos e identificados. No es un guión de pizarra sino de pista y es sobre el parquet y con el balón cuando adquiere su verdadero sentido.
España ha entrado en la fase de los “automatismos” y éstos le permitirán salir airoso y de manera aparentemente fluida de las dificultades con las que ya se ha encontrado en algún momento de la preparación y seguro se encontrará en las próximas semanas y, como sucedió en el último partido de la RutaÑ, disfrutar con un baloncesto extraordinario cuando navega con viento a favor. Diseñar y estructurar un plan táctico ofensivo siguiendo las líneas de un rotulador nunca es fácil pero mucho menos es conseguirlo siguiendo la creatividad de una serie de jugadores cuyas reglas de juego se basan mucho más en la lectura de ventajas que en seguir al pie de la letra las instrucciones de un sistema.
Cada vez que un jugador de la selección se “salta el guión” o “improvisa” se producen una serie de reacciones de los compañeros creando los espacios necesarios para que triunfe esa “genialidad individual” u ofreciéndo las líneas de pase para convertirse en receptores, beneficiarios, de esa ventaja adquirida. Y ahí no hay improvisación sino aplicación de unos conceptos adquiridos en muchas sesiones de entrenamiento y en muchos partidos de preparación. Los automatismos le están permitiendo exponer las genialidades a una velocidad tal que obliga al espectador a no dejar de atender “la obra” porque en cada escena puede suceder algo impredecible.