RUTAÑ13 - REFLEXIONES
España y el gen ganador
8/27/2013 - 4:50 PM
Por si le estaba faltando algo a este verano bañado en la excelencia por el baloncesto español, los mayores, el equipo referente de nuestro baloncesto masculino, dio toda una lección de orgullo, de carácter.
MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Sólo era un partido de preparación, uno más en esa intensa Ruta Ñ13, pero dejó una fantástica sensación de que esta selección dirigida por Orenga une a las virtudes expuestas reiteradamente como la calidad, genialidad o velocidad, otra fundamental para poder competir por todo y que muchas veces queda eclipsada por el propio talento de los jugadores. España tiene orgullo, tiene carácter ganador. Une un grupo de jugadores acostumbrados a pelear siempre la victoria y, habitualmente, obtenerla. Saben que enfundados en esa camiseta han ganado prácticamente todo en los últimos veranos y por lo tanto cuando llega la hora de la verdad en cualquier partido, amistoso o de competición, ante cualquier rival, de mayor o menor potencial y en cualquier escenario, arropados o en ambiente hostil, sacan a relucir un intangible que no aparece en los datos objetivos: la ambición.
Y como todo en esta vida, ciertos hábitos se contagian, se transmiten de los mayores o a lo jóvenes. Existen círculos virtuosos que expanden una forma de ser, que identifican a los diferentes representantes deportivos de un país y, curiosamente, España ha adquirido un gen ganador ya no sólo en el baloncesto, masculino y femenino, de élite o de formación, sino incluso trasladado a otros deportes, colectivos o individuales. Pero si concretamos en baloncesto observamos como el hábito por ganar, por no dejar escapar una victoria al margen del valor que tenga, la van heredando generación tras generación y si uno tiene la suerte de ver competir a nuestros chicos o chicas en los campeonatos de Europa cadetes o juniors, identificará rápidamente esa característica esencial que, evidentemente, se une al talento.
Buen ejemplo de los mayores ayer en Francia, ante un gran equipo, en un ambiente fuerte y adverso, y tras llevar una racha de victorias que podía de alguna manera invitar a cierta relajación. Buen ejemplo para todos en un aspecto tan difícil como es el de no cansarse nunca de ganar. Tras este verano impecable, el gen ganador de nuestros jugadores y jugadoras de todas las edades hará que el próximo verano se afronten los siguientes campeonatos con, nuevamente, ambición máxima. Llevan así desde hace muchos años y viendo como suben los más jóvenes, seguiremos disfrutando de demostraciones de carácter y orgullo unidas al talento, a la genialidad.