ADECCO PLATA: Askatuak, el último romántico
10/25/2012 - 10:20 AM
Fue hace 37 años cuando Guipúzcoa vio nacer un proyecto novedoso y prometedor llamado Askatuak. Hoy en día sobrevive en la Adecco Plata y con fortuna, ya que Cafés Aitona es el colíder provisional tras sólo dos jornadas. Eso sí, un proyecto cien por cien cantera y dirigido desde 1975 por el último romántico del baloncesto nacional: Iñaki Almandoz.
XAVI OLTRA / ÁREA DE COMUNICACIÓN DE LA FEB
Para cualquier chico aficionado al baloncesto en la década de los 70 ver en una cancha a un jugador americano de color de dos metros ya era una experiencia casi inolvidable. Esa figura cruzaba el medio campo en dribling, con pausa… cambiaba de ritmo con un bote por debajo de las piernas para buscarse un tiro de cinco metros. Se levantaba en suspensión y lanzaba el balón desde muy arriba, siempre con el mismo final. Canasta. Siempre. Hablamos de Essie Hollis, cuyos porcentajes eran letales… Su enorme talento aterrizó en el recién fundado Askatuak, hoy en día colíder de la Adecco Plata y uno de los históricos del baloncesto nacional.
El Atlético San Sebastián fue el club de procedencia en el 75 del Askatuak, que militó hasta 1979 en la extinta Primera División (ahora ACB) y que jugó dos años la Copa Korac, eliminando al Antibes francés. Tras probar suerte Hollis en la NBA en los Pistons de Detroit, aterrizó en la nueva aventura guipuzcoana un tal Nate Davis, el hombre de los muelles. Además de saltarín era un feroz anotador, que quedó como máximo encestador de la categoría. El ya por entonces presidente de Askatuak, Iñaki Almandoz, tuvo que venderlo por 400.000 pesetas de la época al Fórum Valladolid.
Tras militar en los años 80 en Primera B, el club vasco regresó a la élite a finales de esa misma década tras lograr el subcampeonato nacional. En la temporada 88-89 y con Caja Guipúzcoa como patrocinador el club jugó un año en ACB para luego regresar a la Primera B y ser fundador más tarde de la LEB Oro en los 90. En el nuevo siglo Askatuak se centró más en las categorías de formación y tras ser la temporada pasada el mejor equipo de España en la EBA regresa ahora a la Adecco Plata, categoría que ocupó puntualmente en la 00-01. Con el mismo bloque canterano y sin extranjeros, la apuesta romántica del eterno Askatuak da de momento sus frutos con el coliderato provisional. Dos victorias en dos partidos. Y aún con Iñaki Almandoz al frente. El mítico dirigente nos habla del pasado, del presente y del futuro de Cafés Aitona.
¿Cómo llevan este fantástico inicio de temporada?
Es muy ilusionante, de cara sobre todo a promocionar la base. En el club hay un ambiente fenomenal, muy bonito. Todos los chavales quieren ver la Adecco Plata. Y hay que pensar que a 200 metros de nuestra sede está el Lagun Aro de ACB…
Un club, Askatuak, con gente joven, que seguramente desconoce el esplendoroso y enorme pasado de la entidad…
Efectivamente los jóvenes del club no conocen la historia del club. Intentamos mirar más al futuro que al pasado. Aunque tenemos el pasado histórico más grande e importante de Guipúzcoa. Piense que fuimos el primer equipo vasco en jugar en Europa. La verdad es que tenemos una espinita. Queremos plasmar esa historia y nuestro gran pedigrí en la web. Aún no hemos tenido tiempo pero lo vamos a hacer.
Una gran historia… ¿a la que se puede regresar?
Al haber otro club ACB en la ciudad nosotros sabemos que todo está ahora abierto a ese club. Y nuestro objetivo ahora no es ese. Nosotros vamos trabajando con nuestra cantera, con constancia, y los resultados llegan solos. El club y los jugadores, sin prisa pero sin pausa, van creciendo. La temporada pasada la FEB nos certificó como el mejor equipo de España de la Liga EBA de los 77 que había. No tenemos el título de Campeón de España porque no existe. Nuestro trabajo es más de cantera y crecer, pero no es una obsesión. Pero está claro que a los chicos les gusta ganar y no le vamos a quitar esa ilusión.
¿Cómo se construyó el Askatuak 2012-13?
Contamos con ocho o nueve jugadores de la cantera y dos navarros que viven cerca. Uno de ellos, el hermano mayor de los Urtasun. También tenemos la suerte de contar con un madrileño, Carlos Martínez, ya que su novia juega por aquí. Estamos pudiendo competir sin extranjeros, por falta de presupuesto. Sin africanos, sin serbios, sin lituanos, sin los hijos de Sabonis (bromea el presidente)… Tiene su componente romántico sin duda.
¿Cómo ha visto al equipo en este inicio de temporada?
Aparte de ganar me ha gustado mucho la solidez mental del equipo. No hay egoísmos y se mueve bien el balón, con paciencia, como se hizo en Málaga. En casa igual, con buena disciplina. Disfruto viendo al equipo porque esto es baloncesto. No somos diez figuritas. Esto es un juego de equipo. Me da la impresión que ganarnos será complicado, aunque también hemos jugado contra dos equipos muy jovencillos. Hay que ver cómo responderemos ante rivales más maduros.
¿Le da vértigo crecer aún más en cuánto a categoría?
Nosotros estamos abiertos a todo lo bueno y lo malo. Los acontecimientos son los que nos marcarán. Hace dos años, en Primera División, ni por el forro creía que volveríamos a la LEB. Sobre todo por el tema de la financiación. Si algún día subiéramos a Adecco Oro, el problema sería el condicionante económico en general. El Lagun Aro de ACB lo asume todo: sponsors, socios, patrocinadores… pero la vida da muchas vueltas, nunca se sabe. Estamos abiertos a todo: a subir, como a bajar si nos fichan tres o cuatro jugadores.
¿Cómo puede Iñaki Almandoz mantener su pasión por el baloncesto tras 37 años en el cargo de presidente?
La verdad es que con 26 años ya era presidente. Recuerdo que en la Asamblea estaban José Luis Rubio (Zaragoza), Francesc Cairó (Joventut), Raimundo Saporta… Ha llovido mucho. A ratos sí que estoy cansado. Quizás iría bien que alguien tomara el relevo por aquí, pero estoy rodeado de personas ilusionadas que me animan. Y quizás sigo más por esas personas que por mí mismo. Tengo 61 años y me gustaría hacer otras cosas, pero aún estoy ahí con el mono del baloncesto.