ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB / MIGUEL PANADÉS

Anna Caula, entrenadora del Girona, expresaba un deseo al final de la pasada temporada: no ser la única entrenadora de la Liga Femenina. Sabía Caula que existía la posibilidad de que una tocaya suya, Anne Peña, ingresara en este excesivamente reducido club de entrenadoras de baloncesto femenino senior. “Seguramente por razones personales, de obligaciones familiares, las mujeres lo tenemos un poco más difícil que los hombres para emprender el camino de entrenador profesional. Lo cierto es que esta es la realidad pero me alegra acompañar a Anna Caula como entrenadora en la Liga Femenina. Ojala seamos más mujeres en el futuro”. Análisis obligado de una exjugadora convertida en entrenadora de base hace una década y que tras ir superando etapas y tras un verano repleto de incertidumbres afronta un maravilloso reto.

“A las dificultades económicas conocidas se unió un cambio en la presidencia del club y unos meses de verano muy difíciles construyendo el nuevo proyecto. La verdad es que pese a quedarme sin vacaciones me siento muy ilusionada ante la nueva etapa en mi vida”. Entrenadora de baloncesto va mucho más allá del trabajo de la pista y Anne explica las mil y una actividades más allá de la pizarra en una nueva muestra de la importancia de ejercer esa función de entrenador siendo además dinamizador permanente del baloncesto. “En el club somos pocos y por lo tanto todos debemos multiplicar funciones, no hay otra manera”.

Pero bajamos a la pista, a la realidad del juego, de la propuesta de un entrenador. Dejamos de lado temas económicos y organizativos y nos metemos en conversación de, exclusivamente baloncesto de entrenadores: “esperamos afianzarnos en la competición intentando disfrutar más que sufrir. Propondremos un juego dinámico, en el que provoquemos diversión tanto en los que nos vean como en las que lo jueguen. Es una realidad que la liga no tendrá tan buenas jugadoras porque las nacionales de alto nivel buscan salidas profesionales en otros países y los clubes no pueden traer estrellas. Pero eso crea un espacio para nuestras jóvenes talentos que se repartirán en todos los equipos. El baloncesto siempre ha pasado por diferentes etapas, mejor y peores, y lo importante es tener ilusión estés en el momento en el que estés”.