De finales frente a Estados Unidos, de medallas de plata que escribieron páginas de oro, la Selección Española tiene escritas unas cuantas. Sin embargo, hay una muy, muy especial. Nuestro combinado lo era sin duda alguna y los rivales, con el paso del tiempo, algo ofrecieron en el mundo del baloncesto.
ANTONIO RODRÍGUEZ
Nos remontamos al 16 de Abril de 1977. Unos jovenzuelos de 18 años componían una de las selecciones españolas en categoría junior más potentes de su historia, compuesta entre otros por
José Luis Llorente, Juan Antonio San Epifanio, José Luis Díaz, Pere Práxedes, “Tato” Abadía, Fernando Romay, Goenechea, Manel Sánchez y Juan Manuel López Iturriaga. Para llegar a la final se deshicieron de Checoslovaquia, Italia, Francia y Turquía. Enfrente, Estados Unidos, que había conseguido una media de anotación muy cercana a los 130 puntos. En semifinales, derrotó a Alemania por 146-47, muestra, una más, de su potencial. Su ritmo era infernal. Su juego tenía magia. Y es que, un chico de 18 años de East Lansing, llamado
Earvin “Magic” Johnson podía desequilibrar cualquier confrontación. Y su dominio en estas categorías se hizo más notorio. Pero no estaba solo. Las futuras estrellas profesionales
Darnell Valentine y Eddie Johnson le acompañaban, junto a dos “españoles”:
Jeff Lamp (ex Granada y Manresa) y Pete Budko (ex Canarias).
Recuerdo haber charlado con un veterano periodista alemán de la zona, en mi primera visita al torneo Albert Schweitzer de Manheim, y reconocerme que aquella final fue el mejor partido que jamás haya podido ver en directo, junto a otros 1.600 afortunados espectadores. “España tenía un base, recuerdo su nombre, Llorente, que imprimía un ritmo de locos. Aquello fue una locura maravillosa de 40 minutos”. Y es que,
al descanso, el marcador reflejaba un increíble 72-60 para Estados Unidos , y la imagen de la selección española (que vestía pantalones blancos en aquella ocasión, junto a la clásica camiseta roja de siempre) era de un gran poderío físico, forzando constantes contragolpes. De hecho, los máximos encestadores de aquella tarde fueron Juan Manuel López Iturriaga con 25 puntos y José Luis Llorente con 24, seguidos por Epi con 20, e “Indio” Díaz con 18.
En la segunda parte no se bajó el pistón. La osadía de la primera mitad continuó, pero en los últimos minutos, las piernas se notaban, y los “yankees” consiguieron distanciarse en el marcador hasta el definitivo 137-110, resultado impropio que resultaba natural tras haberlo presenciado. Por el equipo USA, Magic Johnson consiguió 24 puntos y Darnell Valentine, que era el otro base, 26, erigiéndose como el máximo encestador. La curiosidad de aquel campeonato para España, es que Juanma López Iturriaga se perdió los últimos partidos clasificatorios porque tuvo que viajar a Madrid por obligaciones académicas (tenía exámenes) y solía ser Pere Práxedes quien lo sustituía en el quinteto titular. Estados Unidos llevó un equipo potentísimo, que posiblemente fue superado en talento por el que viajó en 1985, del que en aquella base militar estadounidense se mantiene un gran recuerdo, con Glen Rice, Chucky Brown, Tony Massenburg, Gary Leonard y un base que maravilló a todos y fue el jugador más valioso del torneo: B.J. Armstrong.
TIRO ADICIONAL 7
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