En su segunda temporada en la Adecco Plata, los bases del Santurtzi Míkel Úriz y Marcos Casado, se han convertido en la pareja exterior de moda de la categoría. Rápidos, atrevidos y descarados en su juego nos descubren mutuamente cómo son dentro y fuera de la pista.
PABLO ROMERO / DPTO. COMUNICACIÓN FEB
Con poco más de 1,80 m. de estatura,
Míkel Úriz y Marcos Casado revolucionan el juego del Santurtzi rompiendo con el mito de que el baloncesto es un deporte dedicado exclusivamente a hombres altos. Y es que, en su segundo año en la Adecco Plata, ambos han alcanzado una madurez deportiva que se pone especialmente de manifiesto cuando coinciden sobre la pista.
Así son dentro y fuera de la cancha: Pese a contar con un estilo de juego similar, Úriz y Casado son dos playmakers tan parecidos sobre el parqué como diferentes fuera de él. Las ganas por mejorar día a día han hecho de Mikel el MVP de la categoría mientras que las tablas de Marcos lo llevan a ser el segundo mejor nacional del equipo. Pero para conocerlos más de cerca, hemos querido que sean los propios protagonistas los que nos den su visión acerca de su compañero; eso sí, a la hora de definirse mutuamente, ambos coinciden en una misma idea: juntos sobre la pista se convierten en imparables para las defensas contrarias.
Casado disecciona a Úriz: "Mikel me parece un jugador muy completo; un base que dirige, que bota bien, que tiene muy buen tiro y que selecciona muy bien las jugadas buscando situaciones de ventaja para el equipo. Es un jugador con mucho carácter y muy agresivo en su juego, algo que le va a ayudar mucho en el futuro porque es aún muy joven y tiene mucho margen de mejora”. “Como compañero es uno de los mejores del vestuario pero quizás es muy serio. De él podría decir lo típico que diría un escolta sobre un base, que es un poco chupón (risas)”. “El jugar juntos supone que yo me tenga que desplazar a la posición de escolta pero reconozco que no me importa ya que es todo un lujo jugar junto a él. Al tener un perfil muy similar de jugadores bajitos, rápidos y penetradores, a las defensas les cuesta pararnos ya que no suelen tener dos jugadores así para frenar nuestros ataques. Si la defensa es más fuerte sobre mí, Mikel puede jugar y penetrar y si lo es sobre él puede delegar sobre mí obteniendo un resultado similar. Al final, terminamos siendo dos jugadores incómodos para las defensas contrarias”.
Úriz disecciona a Casado: "Marcos es un jugador que puede tanto penetrar como tirar o asistir, por si fuera poco lee muy bien el juego y eso le hacer ser muy completo". “Él es el capitán y el que nos mantiene a raya en el día a día (risas). Lo cierto es que es un compañero con el que se puede reír y disfrutar pero que también sabe ponerse serio y exigir al equipo cuando la situación lo requiere”. “Al igual que el año pasado, cuando coincidimos en la pista el juego del equipo es mucho más fluido; somos dos jugadores capaces de penetrar y asistir y eso hace que tengamos un juego más dinámico con el que creamos muchas ventajas”.
Un futuro prometedor: Reservados a la hora de hablar de futuro, los dos jugadores coinciden en que lucharán hasta el final por llevar a Santurtzi hasta el playoff por el ascenso. Más allá de mayo no quieren ni oír hablar pero si algo hay seguro es que estos chicos prometen.
TIRO ADICIONAL Nº 3
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