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Consideraciones sobre la postura básica y el control del balón

Antonio de Torres
Nieves Arjonilla


POSTURA BÁSICA

DESCRIPCIÓN

Equilibrio es el concepto clave en la ejecución de cualquier fundamento. Establecido que el Baloncesto es un deporte en el que la velocidad de reacción y ejecución, y la precisión son primordiales, la postura que adopte el jugador estará orientada a cubrir esos dos requerimientos básicos. Y la condición necesaria para que las evoluciones del jugador sean rápidas y precisas es que se encuentre siempre en equilibrio.

Tres son los requisitos físicos básicos que se deben cumplir para disponer de equilibrio:

- adoptar una amplia y sólida base de sustentación
- mantener el centro de gravedad bajo y - cuidar que la perpendicular del centro de gravedad caiga bien dentro de dicha base de sustentación.

Lo que, llevado a una primera descripción elemental de la postura básica, supone:
- mantener los pies siempre separados, en general, algo más de la anchura de los hombros
- flexionar las rodillas, aproximadamente hasta formar un ángulo de 90º
- mantener la espalda recta y sólo ligeramente inclinada hacia delante.

A grandes rasgos en eso consiste la postura básica, tanto en ataque como en defensa. Y, si bien en algunos fundamentos se harán ciertas acotaciones a la misma, se expone ahora una descripción más detallada por partes.

a) LOS PIES

Dos son los aspectos a tratar: su separación y el reparto del peso en la superficie de los mismos.

Respecto a su separación, ésta no debe ser exagerada pues iría en detrimento de la velocidad, y sí estará en consonancia con las condiciones y el biotipo del sujeto, y con las circunstancias del juego (por ejemplo, un jugador muy fuerte y bajo los separará más, que uno de piernas muy largas y escasamente musculado, o el jugador con balón los tendrá más juntos, que aquel que le defiende).

En cuanto el reparto del peso, éste no debe centrarse en los talones, salvo casos especiales, en los que se busca más solidez que reacción (v.g. poste bajo pidiendo el balón y su defensor por detrás, bloqueando el rebote...). Más bien se debe repartir a lo largo de sus dos tercios anteriores. Al flexionar las piernas, las rodillas van hacia delante (a la perpendicular de la punta del pie aproximadamente) y la flexión del tobillo tiende a levantar ligeramente los talones del suelo, pero siempre evitando el grave error de intentar mantenerse sólo sobre la punta de los pies.

En general, en defensa el peso del cuerpo se reparte entre ambos pies por igual, pero en ataque esto varía en multitud de ocasiones, que se tratarán en cada fundamento de forma específica (pivotes, cambios de dirección...).

b) LAS RODILLAS

Siempre estarán flexionadas. Nunca un jugador estará en disposición de ejecutar ningún fundamento si no tiene las rodillas flexionadas (si juega "de pie"): no estará en disposición de defender en ninguna circunstancia del juego, sea cual sea su responsabilidad o ubicación en el campo, y en ataque no estará en disposición de intervenir en el juego del balón ni de colaborar a que otros lo hagan. Esta flexión, definitiva en la apropiada ejecución de todos los fundamentos, será más o menos pronunciada según las circunstancias, como se detallará en cada caso.

Según el biotipo del sujeto las rodillas se abrirán más o menos para que el jugador esté cómodo y dispuesto a reaccionar de forma óptima, aunque, en general, deben "caer" en la misma línea de los pies.

c) LA CADERA

La articulación coxofemoral provoca una retroversión de la pelvis mediante la cual se consigue una inclinación del tronco hacia delante. Este movimiento se denominará en adelante "flexión de la cadera". Esta inclinación de los hombros lleva el centro de gravedad al centro de la base de sustentación.

Con la basculación de la cadera de un lado a otro, llevando el peso del cuerpo a un pie o al otro, se busca el equilibrio y la rapidez de ejecución en las diferentes situaciones. En general, en defensa se mantiene la cadera centrada para repartir equitativamente el peso del cuerpo entre los dos pies, pero en ataque esto varía según el fundamento y su aplicación en cada caso.

d) TRONCO

Jugando al Baloncesto no se debe confundir agacharse con flexionar la espalda. Ésta debe mantenerse recta y solo ligeramente inclinada hacia delante por medio de la mencionada flexión de cadera.

Tanto en ataque como en defensa, en especial los jugadores más jóvenes y los más altos (y los más vagos), tienden cometer el error de levantar la cadera y bajar los hombros hacia delante (llevando el peso a las puntas de los pies), creyendo que esa es una postura adecuada. Pero con ello se levanta el centro de gravedad y se lleva al límite de la base de sustentación, por lo que se pierde todo el equilibrio. Lo que suele constituir la razón de la mayoría de los malos pases y pases perdidos, los malos tiros, las faltas al defender una penetración, un tiro o al hacer una ayuda, etc.

e) LOS BRAZOS

Los codos siempre han de estar separados del cuerpo, casi a la altura de los hombros, salvo en ciertos casos, que se tratarán de forma específica (pidiendo un pase picado, haciendo un bloqueo...).

Las manos, siempre activas, tienen un uso concreto en casi todas las situaciones tanto de ataque como de defensa (que se tratará en cada fundamento concreto).

Con ello se gana en tres diferentes aspectos. A saber:

- En general: se mejora el equilibrio en movimiento, pues los brazos se utilizan como contrapeso,
- En defensa: se intimida al jugador con balón defendiendo directamente el uso que quiera hacer de él
- En ataque: se protege la recepción y posesión del balón ganándole espacio al defensor, "haciéndose grande".

Hay que contemplar, sin embargo, que el Reglamento de juego establece unas restricciones a su uso, y que éstas suelen cambiar cada cierto tiempo (o su interpretación arbitral), por lo que habrá que adaptar a ellas los detalles técnicos.

f) LA CABEZA

La cabeza siempre estará erguida. En algún caso se puede inclinar (alguna finta de salida...), pero será como excepción y sólo momentáneamente. De ello depende el otro requisito fundamental que coadyuva al equilibrio: la visión, el tener referencias espaciales. Además, una visión amplia del entorno (líneas, canastas, otros jugadores...) no sólo es un factor definitivo para mantener el equilibrio, sino que es un imperativo en el desarrollo del juego de equipo, tanto atacando como defendiendo. La velocidad y la adecuación a la toma de decisión (y la capacidad de anticipación) dependen de lo amplio que sea el campo visual. Otro problema será el aprender a focalizar la atención en diferentes eventos y lugares simultáneamente o saber priorizar los eventos a los que atender ("mirar y ver"). Pero, al menos, hay que empezar por asegurarse de que la postura básica permite a los jugadores "mirar", y con la práctica aprenderán a "ver", ver lo que se mira y ver lo que no se mira (visión periférica).

1.1.2. DOMINIO DEL BALÓN

a) CONTROL DEL BALÓN

El control del balón empieza con la visión: hay que mirarlo siempre y verlo venir hacia las manos. Una vez las manos toman contacto con él, el control se centraliza en las yemas de los dedos y ya no se mira más en ningún caso hasta después de pasarlo o de tirar ("después", es decir no se mira directamente mientras el pase o el tiro están en el aire, sino después de alcanzado su objetivo).

Una vez contactado el balón, las yemas de los dedos son las encargadas de percibir las diferentes sensaciones (a través de los propioceptores) y adecuar el agarre o el bote. Las yemas de los dedos son las que tendrán el primer y el último contacto con el balón en todos los casos. Serán las que den al balón el último impulso y determinen la dirección de los lanzamientos de todo tipo así como del bote.

b) RECEPCIÓN

El que va a recibir debe utilizar sus manos para ofrecer al pasador un objetivo o blanco claro (gesto que se denomina "pedir el balón"), alejado de la posible defensa del pase y, si está en movimiento, adelantado en la dirección en la que se mueve. Además, el receptor debe "ir a por el balón", acortar la trayectoria del pase para cogerlo lo antes posible.

Las áreas de recepción, en general, se reparten entre recibir por encima de la altura de los hombros, que se puede denominar "recepción alta", o por debajo de la cadera, "recepción baja". Además, y siguiendo el objetivo de alejar la zona de recepción de la influencia defensiva, normalmente, se recibe el balón alejado del cuerpo, fuera del "cilindro corporal", dejando el cuerpo entre el defensor y el balón. En las situaciones en las que el defensor está totalmente por detrás, el pase se recibirá justo delante de la cara o más arriba (recepción alta) o bien delante del estómago o entre las piernas (recepción baja). Pero la mayor parte de las ocasiones la defensa estará más vencida hacia un lado (por ejemplo, más cerca de la canasta en el caso de jugadores por el perímetro), por lo que la recepción se hará extendiendo los brazos lateralmente por fuera de la línea de los hombros.

La recepción, además, puede hacerse con una mano o con dos. Siempre que es posible, se recibe con las dos manos, pero hay situaciones en las que procede hacerlo con una (pases adelantados en carrera, algunos pases interiores, pases por el perímetro a un receptor estático ante mucha presión...). La recepción con una mano quiere decir que se ofrece al pasador una sola mano como blanco, pero una vez contactado el balón la otra mano tiene que ir al agarre rápidamente.

c) AGARRE O SUJECIÓN DEL BALÓN

La primera condición que ha de cumplir el agarre del balón es que los dedos estén separados todo lo posible, especialmente el meñique y el pulgar: se intenta abarcar la mayor superficie de balón posible, pretendiendo "coger" el balón con los dedos, no llevarlo "posado" en la mano o presionado con las palmas de las manos.

El balón toma contacto con toda la superficie de la mano, especialmente con la de los dedos, con toda la superficie de los dedos, con la excepción del triángulo central de la palma de la mano (cuenco de la mano).

La seguridad del agarre radicará en la fuerza y la sujeción que los dedos sean capaces de ejercer, no del resto de la palma de la mano. Se exigirá desde los ../inicios que esa fuerza sea toda la posible, que el agarre sea duro, sea seguro en todos los casos (no sólo jugando, también en cualquier momento de un entrenamiento). Considerando que en el Baloncesto se juega el balón con las manos, éste debe ser un aspecto que se trabaje con especial atención.

Se diferencian dos tipos de agarre según la colocación de las manos sobre el balón:

1) SIMÉTRICO

En el que las dos manos tienen la misma categoría, se enfrentan pero no "haciendo espejo" exactamente, sino acercando ligeramente los dedos pulgares. Los dedos apuntan hacia arriba o hacia delante, nunca hacia atrás (salvo los pulgares).

2) ASIMÉTRICO

Donde una mano adquiere el protagonismo en el gesto, sirviendo la otra de ayuda en la sujeción. La principal se coloca detrás del balón con los dedos hacia arriba y la secundaria hace aproximadamente un ángulo de 90º y se coloca un poco lateralmente y con los dedos hacia delante.

El paso de un tipo de agarre a otro se hace relajando la presión de los dedos de la mano secundaria para que el balón gire sobre el resto de la palma de esa mano al girar la mano fuerte, y utilizando de nuevo los dedos de la mano secundaria como freno del giro. Este es un gesto que se realiza automáticamente y que los jugadores desde un principio lo asumen de forma absolutamente natural, por lo que no se requiere un especial hincapié en su enseñanza.


d) PROTECCIÓN DEL BALÓN

El balón se protege alejándolo del defensor. Manteniéndolo (en cualquier situación o gesto técnico) cerca del cuerpo pero sin llegar a tocarlo, dentro del "cilindro corporal". Los codos siempre abiertos creando un espacio de seguridad alrededor del balón.