PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Sentado en el amplio porche de su casa de Mahón, su mirada se pierde estos días en el horizonte del cielo balear acompañada de un repetitivo sonido. Es la vieja madera que cruje a sus pies cada vez que el alero mallorquín toma impulso en su silla mecedora. Una acción constante que se produce mientras frota y abrillanta entre sus manos aquel preciso fusil con el que ha logrado ser uno de los hombres más conocidos y respetados del condado…

¡Vale! Puede que el día a día de Alberto Corbacho durante el periodo de confinamiento diste un poco de cómo algunos podríamos llegar a imaginarlo pero, de algún u otro modo, esta pequeña metáfora no difiere lo más mínimo de la realidad por la que atraviesa en estos momentos el que probablemente sea el tirador más efectivo de todo el baloncesto nacional.

Así lo creen la gran mayoría de aficionados de su Hestia Menorca y así lo refrendan también sus números ya que, en el momento en el que el Covid-19 detuvo el curso normal del baloncesto, Corbacho presentaba la mejor ratio de triples anotados de su carrera (3,36) y apuntaba seriamente a poder batir su propio récord de triples anotados en una sola temporada (118). Guarismos con los que mejoraba incluso aquel mágico 2013 en el que llegó a destronar en la Liga Endesa al mismísimo Chicho Sibilio.

Un jugador imparable para la gran mayoría de defensas de la Liga LEB Plata y al que tan sólo ha podido frenar una pandemia mundial que lo mantiene ahora a la espera de poder regresar cuanto antes a su hábitat natural, unas pistas de juego en las que espera seguir demostrando que, pese a sus 35 años, su horizonte baloncestístico puede tener aún un amplio recorrido.

Porque si algo tiene claro el que fuera alero internacional es que muy pronto volverá a demostrar la elegancia en el tiro de un jugador con cerca de 1.300 triples anotados a lo largo de su carrera y dispuesto a poder alcanzar de nuevo categorías superiores.

Corbacho: “La LEB Plata me ha hecho sentir valorado en una Liga muy dura y exigente”

Los días comienzan a hacerse largos en su domicilio de Menorca para un Alberto Corbacho acostumbrado a armar el brazo en un buen número de ocasiones al cabo del día y que, afronta ahora con resignación esta etapa de su vida. Una situación que aborda en una extensa y sincera conversación en la que el mensaje está claro, nada ansía más que el poder verse de nuevo sobre una pista para poder hacer lo que más le gusta… ¡Jugar al baloncesto!

Alberto, ¿cómo lleva un exterior eso de tener que ser ahora un jugador de interior?

“Pues un poco como todos, pude volver a casa en Mallorca pero decidí quedarme aquí a la espera de noticias. Y a partir de ahí los días pasan intentando mantener de algún modo una cierta rutina de entrenamientos con la que compensar esta situación tan extraña a la que nos estamos enfrentando. Es raro el no poder ir a entrenar, el no poder salir a la calle, el no competir… Pero los que somos jugadores profesionales debemos demostrarlo también en situaciones como esta e intentar hacer todo lo que esté en nuestras manos para que, cuando todo esto pase, podamos encontrarnos en la mejor forma posible”.

¿Se puede seguir trabajando en casa y manteniendo la forma como en una situación normal?

“Los primeros días no te resulta muy difícil porque vas manteniendo una rutina de ejercicios y eso te permite mantenerte activo pero, a medida que los días se convierten en semanas, todo se va complicando. Por suerte, hoy en día tenemos una tecnología que nos lo facilita, tenemos en nuestras casas gomas, TRX… Todo esto nos ayuda a seguir activos y, aunque no sea lo mismo que el trabajo que realizamos habitualmente, por lo menos podemos mantener de algún modo la línea. Otro aspecto importante es la alimentación porque es fácil que el aburrimiento te lleve a consumir productos que no son adecuados o tendemos a que, cuando nos ponemos una serie o una peli, nos llevemos galletas o chocolate al sofá. Eso es algo que también hay que intentar cuidar porque es fundamental para nosotros”.

Entrenamiento físico, una dieta equilibrada, pero… ¿y la rutina de tiro?

“Pues sin tener canasta en casa, eso es lo más complicado pero una dinámica de tiro es como montar en bicicleta, es algo que nunca se olvida y que vamos a recuperar enseguida. Quizá los primeros días cueste un poco más el poder adquirir de nuevo sensaciones, pero cuando podamos retomar los entrenamientos, el rifle estará de nuevo preparado. Vamos a llegar todos con tantas ganas que los tiros van a entrar solos”.

Y de tener que estar confinado, mejor si es en un marco incomparable como Menorca…

“Es una suerte por muchos motivos, pero principalmente porque Menorca es uno de los sitios de España en el que menos casos de Covid-19 se han producido. Al ser un territorio bien delimitado y habiendo marcado un cierre de puerto y aeropuerto, estás un poco más tranquilo lo que no quita que sigas teniendo un cierto respeto cuando sales de casa a hacer la compra o a cubrir cualquier necesidad. Más allá de eso, el clima que tenemos aquí, la tranquilidad de la Isla o las vistas que te puedes encontrar, ayudan a llevarlo todo un poco mejor”.

Vamos con esa pregunta que, a buen seguro, nadie te habrá hecho todavía, ¿por qué un jugador que acumula 10 temporadas en la Liga Endesa decide retroceder este año dos escalones hasta la Liga LEB Plata?

“Todo viene propiciado por lo sucedido la temporada anterior donde no tuve en San Sebastián la suerte que a mí me hubiera gustado. El año no fue bien ya que el equipo descendió y yo no tuve las oportunidades que esperaba. Eso condicionó el verano donde las semanas iban pasando y las opciones que iban llegando desde el mercado no me interesaban lo suficiente como para apostar por ellas. Cuando vi que llegaba agosto y que las pretemporadas iban comenzando, decidí buscar un lugar en el que entrenar y poder mantenerme en forma en una dinámica de equipo y entonces surgió la opción de Menorca. Sabía que era una categoría dos peldaños por debajo a la ACB pero eso no me preocupaba, aquí me ofrecían lo que yo buscaba y me daban la oportunidad de mantenerme a un buen nivel a la espera de un proyecto que me atrajera”.

¿Y cómo se tomó la decisión de que pudieras completar esto compitiendo con el equipo?

“Fue una propuesta del club ya que ellos querían aprovechar mi llegada para hacer un fichaje que les beneficiara. Creían que a nivel mediático les podía ayudar a dar un paso al frente y a mí no me pareció mal, pero la única condición que puse fue la de poder tener una cláusula de salda en cualquier momento y ellos lo entendieron a la perfección. Empecé a competir con ellos, me lo tomé muy en serio e intenté estar en la mejor forma posible para ellos, algo que me costó un poco al principio ya que llegué con la pretemporada ya avanzada”.

Pero realmente, hubo la oportunidad de salir y decidiste permanecer en el equipo…

“Sí, llegó un momento en el que yo tenía que decidir si permanecía en el equipo o ejecutaba la cláusula de salida, pero ellos mostraron en todo momento mucha confianza en mí y un gran interés porque siguiera en el equipo. Me han tratado muy bien desde el principio a nivel profesional pero también a nivel humano donde el club ha hecho todo lo posible porque me sintiera bien, así que tomé la decisión de continuar junto a ellos. Al fin y al cabo, cuando te sientes bien en un sitio y disfrutas con los compañeros en la pista y en el vestuario, no necesitas mucho más…”.

¡Hablemos de compañeros! Pitu Jiménez, Andreu Matalí, Urko Otegui…

“Los nombres lo dicen todo… Este no es un equipo filial, ni de jugadores que están empezando sino una plantilla con mucha calidad y muchísima experiencia en las diferentes competiciones nacionales. Yo conocía ya a la gran mayoría de ellos y la adaptación entre todos nosotros fue muy sencilla ayudándonos a hacer una plantilla muy compacta y que ha estado luchando en todo momento por el ascenso. Las cosas han ido bien pero también ha ayudado mucho que el club tuviera los pies en el suelo, que valorara cada victoria pero que no presionara cuando llegaba una derrota haciéndonos sentir que la victoria no era una obligación”.

Independientemente de la categoría, Alberto Corbacho parece no entender de relajación…

“Ni mucho menos. Cuando digo que el nivel de exigencia quizás sea menor que el que puedes tener en la ACB me refiero a la presión de tener que ganar siempre porque, a nivel competitivo, esta Liga es tan dura como la que más… Aquí me he encontrado con equipos muy duros, jugadores con mucho talento y que han hecho que la Liga sea realmente competitiva. La verdad es que he estado encantado en esta LEB Plata y me he sentido muy cómodo a la hora de poder desarrollar mi juego en una competición igualada y en la que cuesta un mundo el poder sacar adelante cada partido”.

El haberte comprometido con un equipo de LEB Plata, ¿supone un adiós definitivo a la élite o la puerta sigue abierta?

“No, no, ni mucho menos está cerrada… Este año ha surgido esta opción porque nadie en la ACB abrió los ojos, pero yo sigo teniendo la ilusión y las ganas de poder competir en las mejores condiciones y al mayor nivel posible. La temporada que viene tendré 36 años, pero soy honesto y creo que mi amenaza exterior sigue siendo una de las mejores de la Liga ACB. Cuando llegue el verano volveré a estudiar las diferentes propuestas que me puedan llegar y analizaré cuáles de ellas pueden encajar mejor con las condiciones que yo busco y siempre y cuando se me ofrezcan las condiciones necesarias”.

Con cerca de un centenar de triples anotados y un 40% de acierto en el Hestia Menorca, ¿los argumentos para poder regresar a la Liga Endesa son más que suficientes?

“Nunca se sabe porque los números están ahí y te avalan, pero eso no siempre es una garantía para poder estar donde crees que podrías estar. Cuando digo que los equipos ACB no siempre abren los ojos me refiero a que, en un baloncesto en el que se abusa tanto de triple como en el actual, todo el mundo sale a tirar y no se tiende a apostar tanto por especialistas como yo. Eso es un poco frustrante y termina limitando de algún modo tu juego. Ya no se defiende la figura del jugador que rompe partidos así que por eso a veces es mejor estar en una categoría un poco inferior, pero en la que se te valore más y en la que te sientas más cómodo”.

¿Y a largo plazo? ¿Qué futuro puede tener Alberto Corbacho en el baloncesto?

“Es algo que el tiempo dirá… Ahora mismo no pienso si jugaré un número de años concreto sino en el que el físico me pueda acompañar de la mejor manera posible para poder seguir jugando con ganas, ilusión y un buen nivel durante el mayor tiempo posible. Quiero mantener intactas las ganas de seguir disfrutando de este deporte y mantener la ilusión independientemente de las oferta y el dinero. A estas alturas de mi carrera el poder disfrutar es más importante que los contratos y por eso en Menorca me he sentido tan bien este año”.

Estadísticas de la temporada - Alberto Corbacho:

Partidos jugados: 25
Minutos: 24,18 p.p.
Puntos: 12,6 p.p.
Rebotes: 2,3 p.p.
Asistencias: 1,4 p.p.
Recuperaciones: 0,5 p.p.
Tapones: --- p.p.
Faltas recibidas: 1,6 p.p.
Valoración: 11,4 p.p.

Trayectoria deportiva - Alberto Corbacho:

Categorías de formación: San José de Palma
2002/03: Grupotel.com Bàsquet Muro (Liga EBA)
2003/04: Unicaja (Liga EBA y Liga Endesa)
2004/06: Ciudad de Huelva (LEB Oro)
2006/07: CAI Zaragoza (LEB Oro)
2007/08: CB L´Hospitalet (LEB Oro)
2008/10: Leche Río Breogán (LEB Oro)
2010/11: Blu:sens Monbus Obradoiro (LEB Oro)
2011/15: Rio Natura Monbus Obradoiro (Liga Endesa)
2015/16: Laboral Kutxa Baskonia (Liga Endesa)
2016/18: Monbús Obradoiro (Liga Endesa)
2018/19: Delteco Gipuzkoa Basket (Liga Endesa)
2019/20: Hestia Menorca (LEB Plata)