PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

“Creedme, el potencial que puede llegar a tener este club es realmente grande. Con trabajo podemos hacer cosas importantes”. Con estas palabras explicaba Rubén Perelló a su círculo de confianza allá por el verano de 2016 la decisión deportiva que le iba a llevar hasta una pequeña localidad manchega de apenas 24.000 habitantes.

Un lugar muy alejado del foco mediático del baloncesto al que estaba más que acostumbrado y, en especial, de aquellas miradas que fue capaz de atraer cuando, un par de años antes,aprovechó al máximo su primera gran oportunidad como entrenador llevando al Lucentum Alicante a la conquista del ascenso a la Liga Endesa. Pero Rubén parecía tenerlo claro, el proyecto de ese humilde club llamado CB Almansa había sido capaz de conquistarle independientemente de que en su etiqueta figuraran las palabras “Primera División Nacional”.

Dispuesto a ponerse el mono de trabajo, Perelló se subió al coche y se dirigió a una localidad sin apenas tradición baloncestística para retarse ya no sólo a sí mismo, sino también a un baloncesto nacional en el que las “machadas deportivas” comienzan a estar ligadas ya a su nombre.

De Primera Nacional a la Liga LEB Oro en menos de tres años:

No fue una apuesta sencilla pero,tal y como explicábamos, Rubén Perelló pareció tener claro unos años atrás que en Almansa podía iniciar de nuevo la trayectoria ascendente a su carrera tras un ascenso frustrado a la Liga Endesa con el que lanzó al baloncesto nacional su primer aviso como técnico.

Una experiencia que fortaleció su figura como entrenador pero muy alejada de lo que se iba a encontrar en una localidad manchega con una buena tierra por arar. Eso sí, si algo tuvo claro el técnico balear fue que iba a tener que emplear decenas de horas de trabajo para poder construir unos sólidos cimientos sobre los que edificar el proyecto que rondaba ya su mente en los días previos a su incorporación.

Así, Perelló asumió los mandos del primer equipo del club pero también de una cantera que fortaleció día a día a base de un intenso plan de trabajo común en sus valores a todo el club y con el que se buscó un modelo común que permitiera retroalimentar a las diferentes categorías del club con el paso de los años.

Una base que ha sentido muy cerca a un primer equipo para nada distante y que iba dando pasos al frente apoyado ya no sólo en el empuje de sus hermanos pequeños sino también en el imparable crecimiento de aficionados que llegaban cada fin de semana a las gradas de la bombonera para poder disfrutar con el juego del equipo.

El mensaje transmitido por los de Rubén Perelló sobre el parqué no tardo en correr como la pólvora por las calles de una localidad dispuesta a disfrutar con un equipo que, apenas unos meses después, era ya el epicentro del ocio y el deporte en una localidad que traspasada fronteras regionales cuando la pelota naranja les llevó desde la Primera División Nacional a la Liga EBA en apenas unos pocos meses.

El primer paso estaba dado pero aún quedaba mucho por hacer en un club en el que el crecimiento deportivo comenzaba a ir muy por delante de unos recursos económicos que, sin embargo, se incrementaron notablemente cuando su debut en la Liga EBA adquirió condición de fugaz con un nuevo ascenso a la Liga LEB Plata.

Perelló lo hacía de nuevo con su segundo ascenso en otras tantas temporadas. Un momento en el que quizá lo más sencillo hubiera sido el poder mirar hacia un nuevo destino tras haber tocado techo pero que, en su caso, supuso toda una motivación a la hora de seguir adelante en un baloncesto semi profesional que el club asumía dispuesto a dejarse llevar por la experiencia de su técnico.

Manteniendo el bloque del ascenso y buscando algunos refuerzos conocedores de la categoría, los manchegos lograron el más difícil todavía completando una histórica temporada con su tempranera permanencia alcanzando la matrícula de honor con su ascenso en las eliminatorias finales. Todo un déjà vu con dos precedentes recientes y con el que volver a trepar un nuevo peldaño en el baloncesto nacional pese a su condición de debutantes. Y, una vez más, con ese condicionante añadido y tradicionalmente vital que suele ser el contar con uno de los presupuestos más bajos de la categoría.

Un póker de ascensos para el rey de los recursos:

De este modo, Rubén Perelló culminaba su tercer ascenso en otras tantas temporadas para llevar al Afanion Almansa desde la Primera División Nacional a la LEB Oro, un excelso papel con el que abrillantar una hoja de servicios personal de la que presumir.

Y no es para menos ya que, con sus tres promociones en Almansa Rubén Perelló se ha convertido en el primer técnico del baloncesto español en culminar el póker de ascensos habiendo logrado las promociones en Primera División Nacional, en Liga EBA, en LEB Plata y en LEB Oro. Cuatro excelsos momentos para la historia de sus respectivos equipos y que han hecho de él uno de los técnicos más efectivos de un baloncesto nacional en el que se ha convertido en el rey de la gestión y la explotación de los recursos incluso en las situaciones más extremas.

Con todo ello, las puertas del futuro están más que abiertas para un entrenador con experiencia en Liga Endesa y que ha sido capaz de firmar un éxito siendo en todos ellos uno de los más jóvenes de sus categorías.

Trayectoria deportiva - Rubén Perelló:

Cat. Inferiores: Club Nou Básquet Paterna
2004/05: Básquet Paterna(Junior)
2005/06: Nou Básquet Alboraia (Junior)
2006/08: Aguas de Valencia Gandía (LEB Oro) - Ayudante de Isma Cantó
2008/09: Aguas de Valencia Gandía (LEB Oro) - Ayudante de Víctor Rubio y Pepe Rodríguez
2009/12: Ford Burgos (LEB Oro) - Ayudante de Andreu Casadevall
2012/13: Lucentum Alicante(LEB Oro)
2013/14: Melilla Baloncesto (LEB Oro) - Ayudante de Alejandro Alcoba
2015/16: Vertsel Energía CB Almansa (1ª División Nacional)
2015/16: CAI Zaragoza (Liga Endesa) - Ayudante de Andreu Casadevall
2016/17: Zasan Almansa (1ª División Nacional)
2017/18: Afanion Almansa (Liga EBA)
2018/19: Afanion Almansa (LEB Plata)