Avalados por 18 triunfos consecutivos y con la responsabilidad en sus manos de poder lograr el primer título de su historia, el cuerpo técnico del Real Betis Energía Plus ha alternado trabajo y descanso a lo largo de una semana en la que Currro Segura ha reforzado los cimientos asentados a lo largo de la temporada. Todo ello desde la normalidad que ha acompañado al equipo desde que diera comienzo a la temporada a finales del pasado mes de agosto.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Llegó el momento más esperado dela temporada para la plantilla de un Real Betis Energía Plus que, tras un total de 18 triunfos consecutivos, tendrá este sábado la oportunidad de poder levantar el que sería el primer título de su historia. Un reto al que optarán con una de las mejores plantillas de la Liga pero, sobre todo, con esa ambición que les ha acompañado a lo largo de una temporada en la que han logrado recuperar la ilusión de su masa social.
Aunque si ha habido un culpable de ello ese ha sido un Curro Segura para el que la competición no encierra secretos y que ha querido otorgar a la semana un toque de normalidad tratando de hacer ver a sus jugadores que el gran encuentro ante el RETAbet Bilbao Basket no deberá tener mayor diferencia respecto a cualquier otro que el premio final en caso de victoria.
Así, el técnico nazarí y su cuerpo técnico han dirigido una semana que comenzó el pasado sábado en Vitoria con un nuevo triunfo ante el Sáenz-Horeca Araberri antes de regresar a Sevilla en la mañana del domingo desde el Aeropuertode Bilbao. De vuelta a casa, y con los técnicos preparando ya la final sobre el vídeo y la pizarra, la plantilla gozó de un par de días completos de descanso antes de verse de nuevo sobre la pista en la mañana del martes para afrontar una jornada de gimnasio y trabajo sobre la pista donde incidieron de nuevo en el trabajo de preparación de partido a lo largo del miércoles.
Con el jueves como uno de los días más intensos en lo que a trabajo se refiere, la plantilla alternó el trabajo físico con el ocio a lo largo de una jornada en la que completaron tres horas de entrenamiento matutino (gimnasio + pista) antes de desplazarse al Estadio Benito Villamarín para apoyar al equipo de fútbol en su partido de Copa del Rey ante el Valencia CF aprovechando para promocionar su lucha en la final de la Copa Princesa.
Ya en la mañana del viernes, el equipo afrontó su última sesión táctica en San Pablo rodeados de un gran ambiente en las inmediaciones de la instalación antes de poner el punto y final a la semana de trabajo de cara al encuentro más ilusionante hasta el momento de lo que llevamos de temporada.
Un partido de esos para soñar…
Familia, seguridad y el amparo de Sevilla, compañeros de última hora
Con cerca de 24 horas de descanso antes de afrontar el día más importante de la temporada, la plantilla hispalense ha tenido tiempo suficiente a la hora de poder alternar unas horas de desconexión en la ciudad junto a familiares y amigos llegados expresamente para la final, con un cambio de chip con el que comenzar a focalizar sobre lo que les esperará sobre la cancha a lo largo de un sábado en el que notarán el cariño y el amparo de la ciudad de Sevilla.
Así, el conjunto bético ha amanecido en sus casas antes de poner rumbo de manera individual al Pabellón de San Pablo donde han coincidido, ya sobre el parqué, con el que será su rival en la final. El intercambio de saludos y el buen ambiente entre viejos conocidos ha marcado el inicio de una sesión de tiro en la que el cuerpo técnico ha ido introduciendo a sus jugadores en dinámica de partido por espacio de algo más de una hora (11:00 - 12:15h).
Una sesión que ha concluido con la piña motivadora con la que el equipo ha “roto filas” rumbo a sus respectivos hogares donde comerán y descansarán antes de verse de nuevo las caras en el interior del vestuario a eso de las 16h, cuando los primeros jugadores de la plantilla lleguen a la instalación para dar comienzo a los vendajes y las habituales rutinas de partido.
De este modo, el equipo iniciará el camino hacia la que esperan que sea su decimonovena victoria consecutiva, un triunfo cuyo premio, en esta ocasión, puede ser más valioso que nunca…