ÁREA DE COMUNICACIÓN

Un analista de baloncesto diría que se cumplieron las expectativas. Que las virtudes de los dos equipo quedaron plasmadas en la cancha y que de esa igualdad de cualidad surgió un partido cerrado, duro y disputado que se cerró a once segundos del final. Por el camino quedó un buen primer cuarto de España, con un 0-7 de parcial que aventuraba un devenir tranquilo. No fue así. 

Porque Bélgica, entre otras razones, es un equipo con recursos y con facilidad para anotar. Su reacción llegó de la mano de las hermanas Massey (6 puntos para ambas al inicio del segundo cuarto), que comandaron la remontada belga. Un tiro en suspensión de Mbaka cambiaba el signo del partido (27-26). Con empate a 33 se llegaría al descanso.

Al regreso de los vestuarios, un dudoso arbitraje estuvo a punto de sacar a la U18F del partido. Cuando Carrera empezaba a activarse, el trío arbitral pitó una técnica a López (el seleccionador protestó una falta no sancionada) que descompensó momentáneamente el marcador y dio a las rivales su máxima ventaja (49-42). El orgullo de las españolas las mantuvo en el partido. 

Y fue en los 10 minutos finales cuando asistimos a la confirmación de Raquel como una jugadora que puede marcar una época. Anotó de todos los colores, aportó en todas las facetas (22 de valoración, con 18 puntos, 5 rebotes, 3 tapones y 1 asistencia) y su brutal energía se transmitió a un equipo que no paró de luchar. Lacorzana en la dirección y Castedo en la anotación secundaron la explosión de la gallega. Los últimos 11 segundos fueron una demostración de saber estar. España agotó el tiempo de partido jugando a las esquinas, acabando con las esperanzas belgas. Enhorabuena chicas. Sois semifinalistas de un Europeo y estaréis en la próxima Copa del Mundo U19.