JORDI ROMÁN

Hoy ha sido el punto y seguido de una trayectoria amplísima y exitosa. Formado en la siempre prolífica cantera del Joventut de Badalona, Alex Mumbrú dio el salto a la Liga Endesa prácticamente en edad junior. Consolidado como una de las grandes promesas de nuestro baloncesto, repartió sus 11 primeras temporadas como profesional en sólo dos equipos –la Penya y el Real Madrid- antes de instalarse definitivamente en su actual club, el RETAbet Bilbao Basket, en el que milita desde la temporada 2009-10.

Debutó en la Selección Absoluta en 2002, pero antes ya había sido internacional U20 y B (con la que conquistó un oro y un bronce en los Juegos Mediterráneos). Y con la camiseta de España salió a medalla por campeonato: 3 europeas, 1 mundial y 1 olímpica.

Con sus clubes, campeón de la FIBA Eurocup (Joventut, 2006), la ULEB Cup (Real Madrid, 2007) y Liga Endesa (Real Madrid, 2007).

¿Qué balance puedes hacer de tu trayectoria?
Bueno, serán 20 temporadas en la Liga y he ganado títulos, algo que desde luego ni imaginaba cuando era joven. Es para estar contento, y ahora aún disfrutando de seguir compitiendo. La verdad es que aún no me hago a la idea, supongo que lo iré digiriendo poco a poco.

Parece que tu idea es seguir vinculado al baloncesto, de momento estás en el CES…
Hace años que lo tengo en mente, he ido haciendo todos los cursos para poder llegar al Superior y desde luego es algo que tengo en mente…

Pues a lo mejor algún día te vemos como seleccionador…
¡Hombre! Es el sueño de muchos entrenadores. Si como jugador sueñas con llegar a la Selección, supongo que como entrenador también. Pero eso queda en los sueños… De momento tengo que acabar la temporada, poder llegar a entrenar, hacerlo bien, es un poco el cuento de la lechera.

No sólo llegaste a la Selección sino que fuiste un jugador importante en muchos de los grandes éxitos del equipo. ¿Es un doble orgullo?
Lo es, por supuesto. Ya es un orgullo llegar, si además compites, tienes la oportunidad de ganar medallas importantes, estar entre los mejores, hacerlo con algunos de los que has estado jugando desde junior, haberlo hecho bien y ayudar a ser una Selección referente en Europa y el mundo, pues es algo maravilloso. Fue muy bonito.

Debutaste de forma inesperada, relevando a Navarro por una lesión. ¿Cómo lo recuerdas?
Fue en una ‘ventana FIBA’, estaba en casa y me llamaron para cubrir la baja de Juan Carlos, que se había lesionado en el anterior partido, y me fui para Grecia. Lo pasé muy bien y además me salieron las cosas bien, aunque lo mejor es que tuve continuidad.

El oro de Japón, ¿es el mejor recuerdo de tu carrera?
Sí. Además, fue un oro que nadie esperaba antes de ir a Japón, pero lo luchamos hasta el final. Jugamos un semifinal muy dura y la final tampoco fue fácil de afrontar con todo lo que había pasado en las horas anteriores, la lesión de Pau… Sí, es el recuerdo más bonito que tengo, cuando definitivamente me retire y me quede en casa seguro que tendré tiempo para rememorarlo una y otra vez.

Talento aparte, ¿cuál es el secreto de los extraordinarios éxitos de esta Selección?
El ambiente es importantísimo. Al final los jugadores están en la Selección porque les gusta, lo sienten como un grupo de amigos, como una familia. Por eso todos son capaces de sacrificar algo con respecto al rol que tienen en su equipo. Esto es fundamental, todos los entienden y todos predican con el ejemplo.

¿Y el futuro?
Creo que tiene un gran futuro. Se nos va a hacer difícil ver una Selección sin Juan Carlos ni Felipe, pero hay excelentes jugadores para el relevo, muchos jóvenes de altísimo nivel y competitivos, y los que vengan van a entender lo que es el Equipo porque se lo van a enseñar los veteranos. Estoy convencido de que la Selección va a seguir estando en los primeros puestos europeos y mundiales durante bastantes años más.