En 2007 Mario Fernández entraba en el Hotel Bahía Sur de San Fernando al lado de los que acababan de ganar el Mundial: Pau, Navarro, Marc, Reyes,… 11 años después entra de la mano de los 24 mejores talentos de Cataluña como responsable técnico de la FCBQ. Dos caras del mismo baloncesto.
Una ciudad. Un Hotel. 11 años de diferencia. Y el baloncesto como hilo conductor. Mario Bruno Fernández entró por primera vez en el Bahía Sur en el verano del 2007, como invitado en la Selección que acababa de ser campeona del mundo en Saitama, y preparaba el EuroBasket del 2007. Y ha vuelto a este hotel 11 años después como responsable de selecciones catalanas en este Mini 2018. Hablamos de esos dos momentos en la vida de un hombre de baloncesto.
2007 – HOTEL BAHÍA SUR SAN FERNANDO
“Yo siempre he dicho que esa experiencia con la selección es la vivencia deportiva más importante que he tenido. Es cierto que tenía la condición de invitado, pero poder estar con la selección absoluta es lo máximo” afirma Mario Fernández.
“Iba a convivir una semana con los que se acababan de proclamar campeones del mundo cuando un año antes yo estaba en Zaragoza, en la LEB Oro y vería a toda esta gente por televisión. Un año más tarde, después de mi primera temporada en ACB en el Gran Canaria estaba en la Selección. Un cambio radical a todos los niveles.”
"Me senté en la charla técnica atrás para no llamar la atención y se sentó delante Calderón, a mi lado Pau..."
Mario viaja en el tiempo para recordar ese primer día con La Familia:
“Al primero que vi fue a Sergio Rodríguez en Madrid, donde hicimos la presentación oficial y los compromisos publicitarios y con los medios de comunicación. Le saludé, y desde el primer momento me acompañó al comedor donde estaban los demás. Y me acuerdo perfectamente del primer día en el Hotel Bahía Sur. Lo primero que hacíamos era una charla técnica con Pepu Hernández en el salón que ahora utilizan los árbitros del Mini. Me senté atrás intentando no llamar mucho la atención, y se sentó delante Calderón, a mi lado Pau. Imagínate la situación.”
2018 – HOTEL BAHÍA SUR SAN FERNANDO
11 años después nos asegura que
“esa ilusión que tenía yo es muy parecida a la que tienen ahora estos chavales de 11 años. Para ellos es un momento muy importante: primero, porque juegan con jugadores de otros clubes diferentes; segundo, porque dejan de competir en la ciudad en la que viven para desplazarse sin los padres y siendo responsables de ellos mismos; y tercero el régimen de concentración donde comen juntos, cenan juntos, con dos partidos al día,… una experiencia de seis días muy intensa y que son afortunados de vivirla.”
En el mismo Hotel pero con distintas realidades:
“Hace 11 años estaba en la selección española absoluta. Y ahora estoy en la selección de los más pequeños de Cataluña. Es un contraste muy grande, y a la vez, muy bonito. Seguramente el baloncesto en Minibasket sea el más puro, el que está menos condicionado por la táctica y la estrategia”
"El baloncesto no te deja, sólo te permite escoger en qué posición quieres seguir estando ligado"
"Hay un estudio que dice que por casi 16.000 niños que practican baloncesto llega a ser profesional. A los 10, 11 o 12 años no podemos pretender que sean jugadores. Esta experiencia es para siempre. Seguramente a lo largo de los años no se acordarán de resultados, de contra quien jugaron, pero sí recordarán muchas anécdotas, y seguramente no sean de pista, sino de fuera de pista.” asegura el ex internacional
Reflexionando sobre el campeonato y sobre su posición actual Mario apunta que
“las inversiones en baloncesto formativo se deben ver a siete u ocho años vista. Que en el cortoplacismo que existe ahora mismo parece una utopía, pero debiera de ser así. Dentro de esos siete años, de estos jugadores alguno será ya entrenador, otro árbitro, algunos seguirán jugando, pero todos serán consumidores de baloncesto. He aprendido que el baloncesto no te deja, sólo te permite escoger en qué posición quieres seguir estando ligado.”
"Antes, para mí, el baloncesto empezaba y acababa siendo jugador; y ahora me doy cuenta de que hay baloncesto más allá de ser deportista"
A Mario el baloncesto le dejó de forma cruel, con una lesión de rodilla muy dura. Por eso sabe de lo que habla cuando dice que
“es cierto que el cambio de deportista profesional a otra faceta es difícil. Al deportista profesional le organizan la vida: te buscan el piso, te dicen cómo tienes que ir vestido, te solucionan todo,.. pero ésa no es la realidad. Y cuando lo dejas, adaptarte a esa realidad es complicado. En mi caso esta nueva faceta me hace igual o más feliz que cuando era jugador, y eso era algo que para mí era impensable hace cinco años. Antes el baloncesto empezaba y acababa siendo jugador, y ahora me doy cuenta de que hay baloncesto más allá de ser deportista.”