PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Había mucho en juego sobre la cancha de Bourges. El cuerpo técnico lo sabía y así se lo hizo llegar a unas jugadoras que habían demostrado durante los encuentros previos que no necesitaban una motivación añadida mayor que el poder salir a ganar en casa encuentro. Pero en esta ocasión a fortuna no acompañó a España que no pudo optar al doble premio que suponía el poder ganar para acceder tanto a las semifinales del Europeo como al Mundial U17 del próximo verano 2018.

Todo ello tras 40 minutos de juego en los que a España le costó entrar en partido ante el buen planteamiento de una Selección de Italia consciente de cómo debía atacar a las nuestras ya desde el sato inicial. Con una buena defensa, el rival dejó a España sin anotar durante algo más de 2´30 en los que, sin embargo, el equipo de Mario López se mantuvo fiel a su estilo en defensa. De este modo comenzaron a llegar los primeros puntos de un equipo que sacaba petroleo de la superioridad en la pintura de una Raquel Carrera imparable (5-5). El acierto de Italia desde la larga distancia fue otro de los inconvenientes con los que topó España durante los primeros compases pero incrementando y subiendo la presión sobre las líneas de pase España logrño contener a una Italia a la que Laura Méndez robaba los primeros balones (9-10). La batalla de cara al aro se intensificaba y España sacaba tajada de sus últimas acciones para llegar al primer entreacto con una mínima renta a su favor (13-12).

No estaba siendo un partido cómodo y así lo ratificó Italia con un parcial de 0-4 a su favor en el comienzo del segundo periodo. Las transalpinas pasaron a encerrarse bajo su aro con el fin de poder incrementar unas diferencias que saltaron por los aires cuando Helena Pueyo decidió romper la defensa zonal rival con dos triples consecutivos (19-16). Raquel Carrera ganaba enteros peleando con dureza por el rebote ofensivo pero ESpaña se atacaba ligeramente en ataque entregando una dosis de fortuna a Italia para anotar en diferentes finales de posesión hasta sellar un 0-7 con el que invertir el marcador (22-25). La pizarra de Mario López y los cambios defensivos daban sus frutos a lo largo de un último minuto de primer tiempo en el que un nuevo triple de Helena Pueyo (3/4) devolvía la igualdad a un marcador del que España pudo mantenere al frente al descanso (27-25).

Estaba siendo un partido trabajo en el que la eficacia se sobreponía al espectáculo y así pudo ratificarse con el inicio de un segundo tiempo inmaculado durante sus tres primeros minutos de juego. Con ambos equipos totalmente negados de cara al aro tan sólo el 4,60 pudo aportar algo de oxígeno al encuentro. España tomaba pequeñas rentas no superiores a los 3-4 puntos lo que le permitió al equipo ir ganando tiempo en el electrónico pero una incansable Italia respondía una y otra vez para poder invertir su suerte a un par de minutos del final del cuarto (32-33). Y, como si de un calco del segundo acto se tratara, Helena Pueyo salió al rescate con una certera canasta y una buena circulación de balón en dos acciones consecutivas que impidieron que las rentas italianas fueran mayores a falta del último periodo de juego (34-35).

Poco mejoraron las cosas con el inicio de un último periodo en el que el primer intercambio de golpes terminó por favorecer a una Italia que tomaba una ligera renta gracias a un triple abierto (38-42). Mario López paró el partido y tiró de pizarra pero la suerte parecía haber dado la espalda a un equipo que se estancaba en ataque y para el que salía cruz en cada balón dividido. Hizo España un último esfuerzo desde la defensa pero la Selección de Italia seguía creciendo para alcanzar su máxima renta del partido a 2 minutos del final (39-50). España no bajó los brazos, luchó por cada balón, peleó cada rebote... pero el aro escupía incluso los tiros libres y el sueño de la lucha por las medallas se desvanecía pese al doblete de triples con los que Helena Pueyo aportó la última dosis de optimismo (49-50).

Una derrota que, sin embargo, no empaña el buen papel en el campeonato de un equipo que venció sus cinco primeros encuentros quedándose a las puertas de unas semifinales que hubieran significado la clasificación matemática para el Mundial U17 de 2018. España luchará ahora por una quinta plaza por la que luchará hasta el próximo sábado.